El segundo debate en el Estado de México ha sido noticia no sólo por la discusión de temas importantes para la sociedad, si no también por una decisión controversial de la organización. Se decidió cambiar a la moderadora, Pamela Cerderia, por Ginarely Valencia, quien ha sido criticada por su afinidad con el candidato Alfredo del Mazo. Muchos han visto esto como una muestra de falta de imparcialidad y credibilidad de la organización a cargo del debate.
Además de esto, el cambio de moderadora ha generado preocupación en la sociedad, ya que puede afectar la equidad en la discusión y la oportunidad de que cada candidato tenga el mismo espacio para presentar sus propuestas y responder preguntas. Esto puede tener consecuencias negativas en las elecciones y en la democracia, ya que la población no tendría acceso a información equitativa y objetiva para tomar una decisión informada.
Es importante mencionar que el caso del Estado de México no es aislado, ya que ha habido casos similares en otras elecciones y en otros países. La falta de neutralidad en los debates y la influencia de la organización pueden sesgar la información y afectar el resultado de las elecciones. Esto demuestra la importancia de tener una organización imparcial y comprometida con la equidad en los debates y en la difusión de información.
En resumen, el cambio de moderadora en el segundo debate del Estado de México ha generado preocupación en la sociedad por la falta de imparcialidad y credibilidad de la organización. Esto puede afectar la equidad en la discusión y la oportunidad de los candidatos para presentar sus propuestas. Es importante tener una organización comprometida con la equidad en los debates y la difusión de información, ya que esto es crucial para la democracia y una toma de decisión informada de la población.
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