Frente al alarmante aumento de delitos y robos violentos en México, la seguridad balística en espacios inmobiliarios comerciales y financieros ha emergido como una prioridad indiscutible. Este fenómeno es especialmente palpable en bancos y joyerías, donde la protección contra amenazas se ha convertido en un imperativo.
Según el Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB), la demanda de blindaje arquitectónico ha crecido un notable 13% en 2025, impulsada por la necesidad de mantener seguros espacios que operan con grandes volúmenes de dinero y objetos de valor. En este contexto, el policarbonato balístico se posiciona como uno de los materiales más utilizados, combinándose con capas de vidrio y fibras aramidas. Esta combinación permite reforzar accesos y vitrinas sin comprometer la visibilidad o la estética de los locales.
René Rivera, presidente de la Comisión de Blindaje Arquitectónico del CNB, subraya una creciente conciencia sobre los riesgos existentes, ya que no solo se busca proteger el patrimonio, sino también la integridad de empleados y clientes. “Un análisis de riesgos es esencial para identificar las áreas vulnerables y definir el blindaje adecuado para cada tipo de espacio”, comenta el experto.
Los puntos más blindados en los bancos son, principalmente, los cajeros automáticos, mientras que en los centros comerciales la atención se centra en joyerías, casas de cambio y accesos principales, así como en salidas de emergencia y oficinas administrativas. Este enfoque estratégico responde a la necesidad de salvaguardar tanto los activos materiales como la seguridad de las personas.
Es crucial que el blindaje arquitectónico cumpla con estándares internacionales, como los del National Institute of Justice (NIJ) de Estados Unidos y las normas europeas CEN EN1063 y CEN EN1522/1523, los cuales garantizan una resistencia real ante impactos balísticos. Brenda Martínez, presidenta de la Comisión de Normas y Certificaciones del CNB, enfatiza que ofrecer materiales certificados no solo asegura la continuidad operativa de los negocios, sino que también es una cuestión de confianza en la seguridad.
Además de la implementación de estos materiales de protección, se requiere un plan de mantenimiento regular para garantizar su efectividad a largo plazo. Este enfoque integral es necesario para enfrentar un entorno donde la seguridad sigue siendo una prioridad en el sector.
En conclusión, el creciente interés en seguridad balística y blindaje arquitectónico es un reflejo de la situación actual en el país, donde las medidas proactivas resultan esenciales para mitigar riesgos y proteger tanto a personas como a bienes de valor.
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