Las técnicas de reproducción asistida son una realidad en España. Mujeres solas, parejas del mismo sexo y heterosexuales con problemas para fecundar pueden gracias a ellas obtener lo que tanto desean: tener un hijo. En la sanidad pública, toda mujer mayor de 18 años puede a optar a este tipo de tratamientos, independientemente de su estado civil u orientación sexual.
El límite de edad, aunque depende del tratamiento, se sitúa entre 38 y 40 años, y se financian hasta un máximo de tres intentos. Fuera de estos criterios, las personas solo pueden acudir a un centro privado. Los últimos datos públicos de reproducción asistida en España son los del Registro Nacional, en el cual participan 245 centros. Según sus resultados, en 2018 se realizaron un total de 149.337 ciclos de fecundación in vitro (FIV), frente a los 135.389 del año anterior; una tendencia al alza gracias a la donación de ovocitos y los ciclos de embriones congelados.
Aunque la técnica más usada sigue siendo la FIV, con 43.000 ciclos frente a 16.000 de la donación de ovocitos, esta última experimentó a su vez un crecimiento del 15 % respecto al ejercicio anterior. En cualquier caso, los tratamientos de reproducción asistida en España han aumentado un 28 % en los últimos 5 años, según publicaba el Ministerio de Sanidad en octubre de 2020.
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Una vez conseguido el embarazo y un parto exitoso, son muchos y muchas las que se plantean si contar o no a sus hijos la verdad de su procedencia. Rocío Núñez Calonge, doctora en Biología, profesora en el Máster de Reproducción de la Universidad Complutense y Sociedad Española de Fertilidad y especialista en Bioética, ha realizado un estudio, denominado Patients Towards the Anonymity of Gamete Donation in Spain [Pacientes y el anonimato de la donación de gametos en España, por su traducción al español].
Aunque la encuesta se ha dado a la pareja que acude a realizarse la donación, los hombres han contestado en un bajo porcentaje. “Quizás porque piensan que es un tema de la mujer, o no están tan implicados como ellas. Pero todo esto son suposiciones, porque los resultados se han obtenido después de tener todas las encuestas, y al ser anónimas, no sabemos las causas de que no haya apenas hombres que respondieran”, explica la experta.