Durante los últimos años, ha habido una ola de acusaciones de abuso infantil en contra de sacerdotes de diferentes partes del mundo. Recientemente, se ha informado sobre varios casos en Estados Unidos en los que se señala a curas españoles. Sin embargo, llama la atención que estos casos hayan desaparecido de la agenda pública y no se haya hecho seguimiento.
Sorprende la falta de información que se tiene acerca de estas denuncias, y que los casos se hayan quedado en el olvido. Es un tema que debe tomarse con la seriedad que merece, pero también es importante que haya transparencia en torno a los procesos y a las resoluciones. Es necesario que se garantice justicia para las víctimas.
El abuso sexual en contra de menores es una de las prácticas más sórdidas y despreciables que puede llevar a cabo una persona, sin importar su condición. Hace falta que se tomen medidas más concretas en cuanto a la prevención de este tipo de delitos y que se investiguen y sancionen los casos que se presenten.
Es hora de que se hable más abiertamente sobre este tema y de que se escuchen las voces de las víctimas. Los casos de abuso infantil no pueden ser minimizados ni olvidados, y se debe garantizar protección y atención a quienes hayan sido afectados. Es responsabilidad de las autoridades y la sociedad en general actuar en pro de la justicia y erradicar este grave problema.
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