La red de periodistas ProPublica, una organización sin ánimo de lucro que investiga los abusos de poder, ha obtenido un arsenal de información sobre las declaraciones de la renta de miles de las personas más ricas de Estados Unidos correspondientes a un periodo de más de 15 años. La publicación de estos contenidos ha comenzado este martes con un informe sobre lo pagado por los dueños de las 25 mayores fortunas del país -desde Jeff Bezos, el patrón de Amazon; hasta el famoso inversor Warren Buffett; pasando por Elon Musk, fundador de Tesla, entre otros- en el periodo 2014-2018. La Hacienda estadounidense (Internal Revenue Service, conocida habitualmente por la siglas IRS) ha puesto en marcha pesquisas sobre la difusión de estos datos confidenciales.
Las cifras exponen que los milmillonarios han visto crecer de forma significativa su riqueza gracias, esencialmente, a la revalorización de sus empresas y propiedades, y, al mismo tiempo, han declarado relativamente pocos ingresos, ya que, al no vender esas acciones revalorizadas, el aumento de valor no se ha materializado en ingresos efectivos. Del mismo modo, un particular no paga por la revalorización de su vivienda en el impuesto de la renta salvo que la venda, pues esa revalorización no se traduce en ingreso alguno.
Sin embargo, sí se pueden pedir préstamos contra esos activos revalorizados. Y, al morir, no están gravados como ganancias de capital, algo que la Administración de Joe Biden quiere cambiar. El presidente ha planteado elevar el tipo máximo de las ganancias del capital del 23,8% al 43,4% y gravar la revalorización de activos a la muerte como si se hubiesen vendido.
Por ejemplo, según los datos de ProPublica, Bezos pagó 973 millones en impuestos federales entre 2014 y 2018 y declaró unos ingresos de 4.220 millones de dólares. En el mismo periodo, según este informe (que toma los datos de los patrimonios recopilados por Forbes), su fortuna aumentó en 99.000 millones de dólares, gracias sobre todo a la subida en Bolsa de la empresa.