En los últimos días se ha hablado mucho sobre la posibilidad de una mayoría de centro-derecha en el Parlamento Europeo. El líder de la Liga italiana, Matteo Salvini, ha hecho unas declaraciones en las que afirma que esta hipótesis está cada vez más cerca de convertirse en realidad. Si bien es cierto que actualmente un partido tan polémico como el suyo no tiene cabida en una coalición de este tipo, lo cierto es que hay otros que sí podrían optar por unirse a ese bloque.
Uno de ellos es el Partido Popular Europeo, al que pertenece el Partido Popular español. Este conglomerado de formaciones de centro-derecha, que a día de hoy es el mayor grupo político de la Eurocámara, está en pleno proceso de redefinición tras su descalabro en las elecciones del pasado mes de mayo, pero nada indica que haya renunciado a la idea de liderar una coalición que le permita seguir siendo el actor principal en la política europea.
Otro posible aliado para el PPE son los euroescépticos de Los Conservadores y Reformistas Europeos, que a pesar de haber perdido a los británicos en su seno, aún cuentan con formaciones como el Partido Polaco Ley y Justicia o los Demócratas Cristianos daneses. A priori, un centro-derecha que englobe al PPE y a los euroescépticos no es una opción descabellada, pero las diferencias ideológicas pueden acabar torpedeando una estrategia que, desde luego, no está exenta de riesgos.
Por último, queda por ver si los socialdemócratas y los liberales, que en la actualidad gobiernan juntos en varios países de la UE, aparecen en escena como terceros en discordia. En ese sentido, la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha señalado que está dispuesta a dialogar con todas las fuerzas políticas, lo que abre la puerta a nuevas opciones. En cualquier caso, lo que está claro es que la composición del próximo Parlamento Europeo será crucial para el futuro de la Unión Europea.
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