Felipe Luna, es todo un experto y profesional siendo buzo y es que desde hace seis años y en la época navideña alimenta dentro del agua a los tiburones del acuario marino de Río de Janeiro vestido de Papá Noel, está feliz con su labor que le permite alegrar a los niños y transmitirles nociones de educación ambiental al mismo tiempo.
“Hago este papel hace seis años y realmente es increíble ver el brillo en la cara de los niños, la magia de la Navidad y llevarles educación ambiental”, afirmó Luna, de 36 años, uno de los buzos del AquaRio, el más grande acuario marino de Suramérica.
El acuario oceánico de la ciudad más emblemática de Brasil, que cuenta con más de dos mil ejemplares de unas 50 especies de peces en 28 tanques, ofrece a sus visitantes desde 2007 la atracción adicional del Papá Noel nadando con tiburones, un espectáculo que fascina especialmente a los menores y que solo fue interrumpido en 2020 por las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19.
El espectáculo tiene como escenario el tanque destinado a los tiburones de la de la especie Carcharias taurus, conocida comúnmente como tiburón toro o tiburón tigre de arena, en el que Luna bucea equipado con tanques de oxígeno, aletas y careta, pero vestido de rojo y con la tradicional barba blanca del personaje navideño.
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