Sergio Checo Pérez se quedó con el tercer lugar del Gran Premio de Turquía, para sumar un nuevo podio en su brillante carrera.
El piloto mexicano, quien vio la bandera a cuadros solo por detrás de Max Verstappen (segundo lugar) y Valtteri Bottas (primer lugar) tuvo un desempeño sólido en una carrera compleja debido a la lluvia que estuvo presente durante prácticamente toda la carrera y que obligó a las escuderías a replantear estrategias constantemente.
“Fue una carrera muy intensa. Es una de esa carreras en las que hay que tener paciencia, saber cuando empujar, cómo administrar los neumáticos, no sabíamos realmente qué iba a pasar en ese sentido. Fue bastante difícil de manejar”, dijo el mexicano tras concluir la carrera.
En comparación con otras ocasiones, la carrera en Estambul se desarrolló de manera tranquila, sin embargo, el mexicano destacó tras una reñida disputa por el cuarto lugar contra Lewis Hamilton, de Mercedes Benz, en donde el mexicano demostró determinación al no dejar pasar al inglés.
El Gran Premio de Turquía inició de la mejor manera para Checo Pérez, quien aprovechó un pequeño incidente entre Fernando Alonso (Alpine) y Pierre Gasly (Alpha Tauri) instantes después del arranque para rebasarlos y ganar dos posiciones en la pista.
El originario de Guadalajara paso del sexto sitio desde el que largó, tras una clasificación complicada, al cuarto lugar gracias al toque entre los autos del francés y el español en la primera curva del Circuito de Estambul, un trazado que le trae grandes recuerdos al mexicano pues fue ahí donde el año pasado se adjudicó el segundo lugar de la edición 2020 del GP de Turquía.
“¡Qué estúpido Gasly!”, fue la nada amigable reacción de Fernando Alonso, quien perdió su buena posición de arranque y se fue hasta la décimo séptima posición debido a la maniobra del francés, quien fue el menos perjudicado al solo caer un lugar, pasando del cuarto al quinto sitio, por detrás del tapatío.
Checo Pérez se mantuvo durante mucho tiempo en la cuarta posición. Y es que la carrera se instaló en una especie de meseta con los rebases al mínimo y los pilotos dilucidando si debían seguir con los neumáticos medios o parar en los pits con la pista mojada y la constante amenaza de lluvia.