Shakira apura sus opciones para evitar un juicio por seis delitos fiscales. La cantante sostiene que, hasta 2015, su residencia fiscal estaba en Bahamas y, por lo tanto, no debía pagar IRPF. Un informe presentado por su defensa, señala que en los tres años anteriores (por los que le acusa la fiscalía) su presencia en España fue “esporádica”.
La fiscalía acusa a Isabel Mebarak -su nombre real- de defraudar 14,5 millones de euros al ocultar su patrimonio mediante un entramado de empresas en paraísos fiscales. Hacienda considera que, desde 2012 -dos años después de iniciar una relación sentimental con el defensa del Barça Gerard Piqué- a Shakira se le debe considerar residente en España porque pasó al menos la mitad del año más un día aquí.
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En su declaración como investigada, Shakira se ciñó al guion previsto por su defensa y aseguró que durante esos tres años residió en Bahamas, donde tenía una vivienda que había compartido con su expareja Antonio de la Rúa. Se definió entonces como una “nómada sin raíces”. Su defensa sigue aferrándose a esa hipótesis pese a que ha sido desmentida por los técnicos de Hacienda: no hay ni una sola prueba de que, a partir de 2012, pasara un solo día en el archipiélago. La defensa insiste en que la colombiana disponía de un certificado de residencia expedido por las autoridades de Bahamas, donde no se paga impuesto sobre la renta.
“Lo que importa no es tanto la residencia en Bahamas, sino si Shakira puede considerarse residente fiscal en España”, concede el informe elaborado para la defensa por dos catedráticos de derecho financiero y tributario. Porque la verdadera pelea de Shakira está en otro lugar: es una pelea por el calendario. La cantante trata de discutir los días vividos en España.
Es cierto que Hacienda no ha sido capaz de lograr “pruebas directas” (facturas en establecimientos comerciales, rastreo de redes sociales, uso de tarjetas de crédito) de que pasara aquí los 183 días requeridos: se ha quedado en 117 para 2012, 118 para 2013 -cuando nació su primer hijo en Barcelona- y 131 para 2014. Dispone, sin embargo, de pruebas indirectas y considera, como ha expuesto el perito, que sus giras y conciertos no eran más que “ausencias esporádicas” porque el lugar al que regresaba después de trabajar era España.