Las personas trans enfrentan numerosos desafíos en su vida cotidiana; entre ellos, los prejuicios respecto a su identidad y el desactualizado contexto empresarial. En México, alrededor de 909,000 individuos se identifican como trans (que incluye a transgéneros, transexuales, no binarios y otros), según datos de la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (Endiseg). Estos desafíos se agravan por la falta de un lenguaje inclusivo y el uso inadecuado de pronombres en muchos entornos laborales.
La creación de espacios adecuados para la comunidad LGBTQI+ es esencial. Esto no solo ayuda a erradicar el pinkwashing, una estrategia que busca mejorar la imagen empresarial sin un compromiso genuino, sino que también mejora el ambiente laboral y potencia la productividad. Las empresas que implementan políticas inclusivas evitan la discriminación basada en la identidad y orientación sexual, lo que favorece directamente la satisfacción y el desempeño de sus colaboradores.
Un enfoque inclusivo permite que las personas trans y no binarias se sientan seguras y acompañadas durante su proceso de transición. Esto es crucial, pues la falta de adecuaciones en el entorno puede generar inseguridades. Por ejemplo, una mujer trans podría sentirse inapta para un puesto debido a la percepción de su apariencia, algo que puede evitarse al adoptar desde el inicio prácticas inclusivas.
Para facilitar la inclusión, se presentan seis claves fundamentales:
Certificación voluntaria: Establecer un comité para garantizar el cumplimiento de las normativas que promueven la igualdad laboral y la prevención de la discriminación.
Evitar el pinkwashing: Las empresas deben ser coherentes en su comunicación e implementación de políticas inclusivas, alejándose de prácticas meramente marketineras.
Registro de documentos personales: Respetar los cambios en documentos de identidad, incluyendo opciones como "no binario" o "indeterminado".
Evitar la solicitud de identificaciones: Reconocer la identidad de las personas sin exigir comprobantes, a menos que sea necesario por razones legales o contractuales.
Uso de pronombres: Fomentar el uso de pronombres inclusivos es un paso crucial para mostrar respeto y reconocimiento hacia todas las identidades.
Instalaciones adecuadas: Proporcionar baños y vestidores neutrales o permitir el uso de las instalaciones que correspondan a la identidad de género de cada persona.
- Código de vestimenta flexible: Un código que no esté atado a estereotipos de género permite a los colaboradores sentirse cómodos con su identidad.
Promover la diversidad y asegurar inclusión no solo beneficia a las personas trans, sino que también enriquece el ambiente laboral y aporta a la competitividad de la empresa. Al final, el compromiso genuino con la inclusión puede transformar el significado de ser una empresa socialmente responsable, creando entornos donde todas las identidades sean valoradas y respetadas.
Recuerda que esta información corresponde a la fecha original de publicación (2025-06-25).
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