En México, existe una práctica conocida como “la omertá”, en la cual millones de comerciantes se ven obligados a pagar a grupos criminales para poder vender sus productos en las calles. Esta situación ha surgido como resultado de la falta de seguridad y la presencia de organizaciones delictivas que imponen su control en diferentes áreas.
La omertá se ha convertido en un problema generalizado en diversas ciudades de México, lo que ha llevado a que los comerciantes se vean obligados a pagar una cuota periódica a los criminales a cambio de poder ejercer sus actividades comerciales de manera “segura”. Esta situación no solo afecta a los vendedores ambulantes, sino también a pequeños establecimientos y negocios locales.
La imposición de esta “renta” a los comerciantes no solo representa un problema de seguridad, sino que también impacta negativamente en la economía local, ya que estos pagos obligatorios se convierten en una carga financiera adicional que afecta directamente a los ingresos de los negocios.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para combatir estas prácticas, la omertá continúa siendo una realidad para muchos comerciantes en México. La falta de protección y las condiciones de inseguridad siguen perpetuando esta situación, lo que requiere de estrategias integrales para abordar este problema de manera efectiva.
En resumen, la omertá mexicana representa un desafío significativo para el comercio local y la seguridad en el país. La necesidad de abordar estas prácticas ilegales de manera integral es crucial para garantizar un entorno seguro y justo para los comerciantes y la comunidad en general.
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