El tema de la explotación sexual en República Dominicana sigue siendo uno de los más preocupantes para la sociedad. En este año 2023, aún se siguen viendo casos de supervivientes que han sido víctimas de esta atroz realidad y que han sufrido las consecuencias de por vida.
Parte del problema radica en que los explotadores solo piensan en su propio placer, sin importar las consecuencias que esto pueda tener para sus víctimas. Estas personas son destrozadas emocionalmente, físicamente y psicológicamente, experimentando traumas y secuelas que pueden durar toda la vida.
En muchos casos, estas supervivientes han sido forzadas a prostituirse desde una edad temprana, lo que significa que no han tenido la oportunidad de educarse o adquirir habilidades para un trabajo diferente. Esto las atrapa en un ciclo de pobreza y dependencia que les hace muy difícil salir de la situación en la que se encuentran.
Las consecuencias de la explotación sexual son impactantes. Además de la pérdida de la autoestima y la dignidad de las víctimas, muchas sufren de problemas de salud física y emocional, como enfermedades de transmisión sexual, depresión y trastornos de ansiedad. En casos extremos, incluso pueden terminar perdiendo la vida.
Es fundamental que como sociedad tomemos medidas para prevenir y poner fin a la explotación sexual. Debemos proveer a las niñas y jóvenes oportunidades de educación y trabajo, así como también apoyar a las sobrevivientes para que puedan recuperarse y encontrar un camino hacia adelante. La explotación sexual es algo que no debería existir en nuestro mundo, y es nuestra responsabilidad trabajar juntos para lograr que así sea.
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