La mayoría de los ministros y miembros civiles del Consejo Soberano de Sudán, que actúa como jefatura de Estado. Han sido detenidos este lunes por fuerzas militares conjuntas, según ha informado el Ministerio de Información del país africano. “Los miembros civiles del Consejo Soberano y varios ministros del Gobierno de transición han sido detenidos por fuerzas militares conjuntas”, se lee en un comunicado publicado en Facebook. “Han sido trasladados a un lugar no identificado”, agrega el escrito. El primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, ha sido trasladado a un lugar sin determinar por los militares tras negarse a hacer una declaración “en apoyo del golpe de Estado”, agrega el Ministerio.
La Asociación de Profesionales Sudaneses
Uno de los grupos que encabezó la movilización que en 2019 puso fin a los 30 años de dictadura de Omar al Bashir. Ha llamado este lunes a “los comités de resistencia en los barrios, a las fuerzas revolucionarias”. Y a todo el pueblo a que salga a las calles para “resistir” contra el que calificó como “brutal golpe militar”. Según escenas transmitidas en directo por diferentes televisiones, se puede ver ya en las calles a manifestantes y neumáticos quemados en Jartum, la capital.
Una frágil unión de conveniencia entre el Ejército y una alianza de grupos políticos civiles ha gobernado Sudán desde poco después de la caída del dictador Omar Al Bashir en 2019. Tras meses de grandes movilizaciones populares. Durante dos años, la parte civil había evitado el conflicto abierto con los militares pese a su constante fricción. Un equilibrio complejo cuyos límites e insostenibilidad dejó al desnudo un fallido golpe de Estado abortado a finales de septiembre.
Desde entonces, la pugna había quedado al descubierto y ambas partes intercambiaron afiladas acusaciones. Los líderes uniformados acusaban a los civiles de ser incapaces de gestionar un país tan complejo como Sudán. Les recriminaban pelearse por cargos políticos y descuidar las necesidades del pueblo, y ya habían exigido la disolución del Gobierno.
Miles de sudaneses se movilizaron el pasado jueves en las calles de Jartum y de otras ciudades del país en una demostración de fuerza por parte de los partidarios de una transición hacia un Gobierno civil y democrático.
Las manifestaciones
Se produjeron cuando la tensión y el recelo entre los líderes civiles y militares encargados de dirigir Sudán en su difícil camino hacia la democracia se habían disparado por un intento de golpe de Estado fallido. Los reproches entre unos y otros. Y las maquinaciones de una parte de las filas castrenses. Habían generado unas fracturas entre grupos civiles y una polarización social que ha estallado este lunes.