Cuando la temperatura sube y nuestro cuerpo demanda líquidos, el agua simple suele ser la opción inmediata. Sin embargo, en México, desde las regiones tropicales hasta los altiplanos secos, hay alternativas más sabrosas, funcionales y culturalmente ricas para la hidratación: las infusiones frías.
Frente a las bebidas azucaradas como refrescos o jugos comerciales, estas infusiones caseras ofrecen beneficios únicos. Carecen de azúcares añadidos y están repletas de antioxidantes y minerales. Muchas de ellas poseen propiedades calmantes, digestivas o incluso energizantes. Estas tradiciones, que datan de siglos atrás, están experimentando un resurgimiento en popularidad gracias al movimiento de bienestar y las nuevas ofertas de cafeterías especializadas y mercados locales.
¿Por qué hidratan más que el agua?
La clave radica en su composición. Infusiones como el té de jamaica o el rooibos contienen electrolitos naturales —potasio, magnesio y calcio— que incrementan la retención de líquidos en el cuerpo. Además, al servirse frías, estas bebidas disminuyen la pérdida de agua por sudor, generando una sensación térmica más fresca.
Preparadas sin azúcar, las infusiones frías no solo superan a muchos jugos en términos de hidratación, sino que además otorgan beneficios específicos según las plantas utilizadas. Y lo mejor de todo, son fáciles de hacer en casa y económicas.
Recetas de tés fríos para disfrutar
Té de jamaica con canela y clavo
Propiedades: antioxidante, diurético, regula la presión arterial
Ingredientes: 1 taza de flores secas de jamaica, 1 raja de canela, 3 clavos de olor, 1 litro de agua, hielo al gusto.
Preparación: Hierve la jamaica con canela y clavo por 10 minutos, cuela, enfría y sirve con hielo. Endulza con miel si prefieres, pero sin azúcar es más efectivo como hidratante.Té de limón con hierbabuena
Propiedades: digestivo, refrescante, antibacteriano
Ingredientes: 2 limones (jugo y cáscara), 1 manojo de hierbabuena fresca, 1 litro de agua, hielo.
Preparación: Infusiona la hierbabuena con la cáscara de limón en agua caliente durante 5 minutos. Agrega el jugo, enfría y sirve con hielo.Té verde frío con pepino y menta
Propiedades: antioxidante, depurativo, energizante
Ingredientes: 2 bolsitas de té verde, 4 rodajas de pepino, hojas de menta fresca, 1 litro de agua, hielo.
Preparación: Prepara el té verde, deja enfriar y añade pepino y menta. Refrigera al menos una hora antes de servir con hielo.Tisana de manzanilla con toronja
Propiedades: relajante, antiinflamatoria, rica en vitamina C
Ingredientes: 2 cucharadas de flores de manzanilla, jugo de 1 toronja, rodajas de toronja, 1 litro de agua caliente, hielo.
Preparación: Infusiona la manzanilla, agrega el jugo de toronja y enfría. Sirve con hielo y rodajas de fruta.- Infusión fría de rooibos con frutos rojos
Propiedades: sin cafeína, rica en antioxidantes, antiestrés
Ingredientes: 2 cucharadas de rooibos, 1 taza de frutos rojos, 1 litro de agua caliente, miel (opcional), hielo.
Preparación: Infusiona el rooibos, enfría y mezcla con los frutos. Ideal para quienes evitan la cafeína.
Herencia y tradición
Estas infusiones no son meras tendencias modernas; muchas de ellas surgen de prácticas arraigadas en comunidades indígenas que han comprendido durante siglos cómo ciertas plantas ayudan a equilibrar el cuerpo y refrescarlo. Hoy, reinterpretadas con ingredientes frescos y un toque contemporáneo, continúan cumpliendo con su propósito primordial: ofrecer alivio, hidratación y bienestar.
Este enfoque tradicional de hidratación no solo es beneficioso, sino que también reconecta a las personas con su herencia cultural, creando un puente entre el pasado y el presente. Así que, la próxima vez que el calor apriete, considera una infusión fría como tu opción de hidratación.
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