Once recién nacidos murieron en el hospital Mame Abdoul Aziz Sy Dabakh de la ciudad de Tivaouane, en el oeste de Senegal, después de que se produjera un incendio este miércoles en su unidad neonatal. El fuego se originó a causa de un cortocircuito, según aseguró este jueves a los medios de comunicación Abdoulaye Diouf Sarr, ministro de Sanidad. El grave accidente ha provocado una enorme conmoción e indignación en el país africano, al poner de relieve las carencias de su sistema de salud.
El presidente de Senegal, Macky Sall, que ha declarado este jueves tres días de luto nacional, confirmó lo sucedido a través de su perfil de Twitter. “Me acabo de enterar con dolor y consternación del fallecimiento de 11 recién nacidos en el incendio ocurrido en el departamento de neonatología del hospital Mame Abdou Aziz Sy Dabakh de Tivaouane. A sus madres y sus familias, expreso mi más sentido pésame”, escribió Sall, quien se encuentra en el extranjero y envió al lugar de los hechos a Antoine Diome, ministro de Interior. Este aseguró que “el presidente nos ha dado instrucciones de abrir una investigación y hacer una lista de las necesidades en equipamiento de todos los hospitales del país”, aseguró a los medios de comunicación.
Je viens d'apprendre avec douleur et consternation le décès de 11 nouveaux nés, dans l'incendie survenu au service de néonatalogie de l'hôpital Mame Abdou Aziz Sy Dabakh de Tivaouane.
A leurs mamans et et à leurs familles, j'exprime ma profonde compassion.— Macky Sall (@Macky_Sall) May 25, 2022
El alcalde de Tivaouane, Demba Diop, precisó que tres de ellos pudieron ser rescatados. La ciudad, situada a unos 120 kilómetros al noreste de Dakar, capital del país, despertó este jueves sacudida por la tragedia, cuyos detalles se han ido conociendo poco a poco.
Un dolor repetido
Lo que más duele a la mayoría de senegaleses es la repetición de este tipo de sucesos. La muerte de la joven Astou Sokhna y de su bebé cuando estaba dando a luz el pasado mes de abril en el hospital de Louga ya generó una oleada de indignación popular por las carencias del sistema de salud senegalés, que se expresó en manifestaciones de cólera en las calles y en las redes sociales.
Según la investigación posterior, la mujer murió tras pedir durante 20 horas que le hicieran una cesárea, a lo que personal del hospital se negó porque no estaba programada. Las tres matronas que se encontraban de guardia ese día fueron posteriormente condenadas a seis meses de prisión por un tribunal senegalés por “no atender a una persona en peligro”, mientras que el Gobierno destituyó al director del hospital.
El año pasado otros cuatro bebés fallecieron tras el incendio del área de Pediatría del hospital de Linguère, en el norte del país. Todos estos incidentes han llevado a buena parte de la sociedad civil a exigir mayores inversiones en sanidad y en los hospitales senegaleses.
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