Todo lo que ofrece Chiconcuac

Si este diciembre planeas una escapada con amigos o familiares, vale la pena considerar a Chinconcuac, un encantador destino que destaca por sus tejidos y prendas de vestir. Este lugar es no solo famoso a nivel nacional, sino que ha atraído la atención internacional, incluso la de la icónica actriz Marilyn Monroe. En sus visitas, Monroe adquirió un suéter elaborado en los años 60 por el talentoso artesano Sergio Delgado, que en su momento costó apenas 130 pesos. Este mismo suéter, que la actriz lució en sesiones de fotos en Santa Mónica, California, fue posteriormente subastado por 167,500 dólares.

Chinconcuac es reconocida por su rica tradición textil, donde también puedes encontrar otras artesanías como el zarape. Esta tradición textil tiene raíces que se remontan a la época prehispánica, con técnicas de tejido que perduran desde entonces. Se dice que Fray Pedro de Gante fue pionero en la incorporación del uso de “cardas”, “el torno” y “el telar de pedal” en la región, permitiendo así la creación de diversas prendas como cobijas, suéteres y tapices.

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Además de los atractivos textiles, Chinconcuac ofrece diversas actividades para sus visitantes. Uno de los principales puntos de interés es el famoso tianguis, que se realiza los sábados, domingos y martes de 8:00 a 18:00 horas. También hay un tianguis diario en las calles Hidalgo y Libertad, de 11:00 a 18:00 horas, además de un tianguis nocturno que empieza a las 18:00 horas en las calles Guerrero, Buenos Aires y Juan León.

Para aquellos que deseen extender su visita y explorar más allá de las compras, Chinconcuac tiene mucho que ofrecer. La Iglesia de San Miguel Arcángel, de estilo colonial, representa el centro arquitectónico y religioso del municipio y es ideal para apreciar la arquitectura local. Otro atractivo es el Acueducto de Chiconcuac, que data de la época colonial y formó parte del antiguo sistema de abastecimiento de agua de la zona.

La Ex Hacienda Chiconcuac también merece una visita, con su hermosa arquitectura colonial y jardines, perfectos para pasear y tomar fotografías. Y, por supuesto, no hay que dejar de lado la gastronomía local; el “macuacua”, un postre prehispánico, así como los tradicionales tlacoyos y barbacoa, son platos imperdibles durante tu visita.

Por último, no te pierdas la oportunidad de recorrer los talleres de artesanías, donde podrás encontrar recuerdos únicos elaborados por talentosos artesanos locales. En resumen, Chinconcuac no es solo un destino para adquirir prendas, sino un lugar que ofrece historia, cultura y una experiencia invaluable.

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