El estado de Puebla, conocido por su rica historia y culturalidad, es un destino que supera los límites de su capital. Más allá de la ciudad, 12 municipios destacan por su belleza natural y la diversidad de sus tradiciones. Estos lugares logran cautivar tanto a quienes residen allí como a los visitantes, ofreciendo un atractivo singular que abarca desde herencias indígenas hasta encantadoras calles coloniales.
Entre estos destinos, Cuetzalan se erige como un emblemático Pueblo Mágico. Sus calles empedradas y la presencia de los voladores de Papantla crean una conexión directa con la cultura náhuatl. En sus cercanías, las impresionantes cascadas de Las Brisas y Aconco, así como la zona arqueológica de Yohualichan, añaden un toque mágico a la visita.
Por otro lado, Pahuatlán, aunque más reservado, es igualmente cautivador. Este municipio es famoso por sus puentes colgantes y la producción artesanal de papel amate en San Pablito. Es una elección ideal para quienes buscan una auténtica experiencia de inmersión en las tradiciones totonacas.
La belleza natural también acoge a Huauchinango, que deslumbra con sus paisajes verdes y vastos campos florales. La Presa de Tenango y las cascadas de Tulimán son algunos de sus grandes atractivos, mientras que la Feria de las Flores, celebrada en marzo, lo convierte en un punto de encuentro para los amantes de la naturaleza.
Atlixco, conocido como el “edén floral” de Puebla, se distingue por sus vibrantes viveros y patios coloniales. Desde el Cerro de San Miguel, la vista al atardecer se convierte en un espectáculo imperdible, ideal para escapadas rápidas hacia la naturaleza.
La historia ancestral cobra vida en Cholula, hogar de la Gran Pirámide, que es la más grande en volumen del mundo. Este sitio, coronado por la iglesia de los Remedios y rodeado por el majestuoso volcán Popocatépetl, invita a recorrer sus túneles arqueológicos y tradicionales mercados.
Huejotzingo combina su herencia colonial con vibrantes celebraciones, como su famoso Carnaval. Los exconventos y la producción de sidra artesanal son prueba de la rica tradición que perdura en este pueblo.
Para aquellos en busca de aventura, Tetela de Ocampo es el destino perfecto. Su entorno serrano, con cascadas y murales históricos, ofrece una experiencia de turismo activo, propicia para el senderismo y el rappel.
Finalmente, Tlatlauquitepec se suma al recorrido con su conocido Cerro Cabezón, ofreciendo una plaza central vibrante y la posibilidad de explorar presas, cuevas y senderos que muestran la biodiversidad de Puebla en todo su esplendor.
Cada uno de estos municipios representa una vivencia excepcional, donde la cultura, la naturaleza y la tradición convergen para ofrecer una experiencia enriquecedora que atrae a todos los viajeros. Mantenerse informado sobre estos encantadores destinos es posible gracias a los recursos disponibles que brindan detalles sobre la riqueza de Puebla, e inspirar futuras escapadas en familia, con amigos o en solitario es solo el comienzo de un viaje memorable.
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