El fabricante automotor Toyota anunció este viernes una reducción de en torno al 15% o 150,000 vehículos en su producción de unidades de noviembre por la escasez mundial de chips y el riesgo que plantean los problemas energéticos en China.
El fabricante recortará su producción en Japón en unas 50,000 unidades y la producción internacional en unas 100,000 unidades, con lo que estima que el volumen de producción para este mes se sitúe entre 850,000 y 900,000 vehículos, detalló en un comunicado.
Este recorte de producción sigue al acometido entre septiembre y octubre, de un 40%, debido al impacto en las operaciones de Toyota del resurgimiento de contagios de Covid-19 en el Sudeste asiático, que causó problemas en su cadena de suministro de componentes.
La producción de Toyota en noviembre de 2020 fue de unas 830,000 unidades, y la de septiembre de este año de entre 500,000 y 600,000, al igual que sus estimaciones para el presente mes, según cifras facilitadas por la empresa.
“La producción real se ha mantenido por debajo de los niveles previstos desde agosto”, señaló Toyota, que ha acometido reajustes de producción desde entonces, cuando Japón y otros países de la región atravesaban picos de nuevos casos de la enfermedad.
La empresa automotriz apuntó a la escasez de semiconductores como el factor principal para el nuevo recorte y fuentes de la compañía señalaron al diario nipón Nikkei que los problemas energéticos en China plantean un nuevo inconveniente para la recepción de componentes.