En México, se ha registrado un preocupante aumento en los casos de menores de cuatro años que han sido asesinados con armas de fuego. Según datos recopilados, un total de 307 niños y niñas han perdido la vida de esta manera, lo que representa una cifra alarmante.
Esta situación pone de manifiesto la grave problemática de la violencia armada en el país, que afecta de manera desproporcionada a los sectores más vulnerables de la sociedad, en este caso, a los niños y niñas que se encuentran en una etapa crucial de su desarrollo.
Es necesario que las autoridades tomen medidas urgentes para abordar este problema y garantizar la protección de los derechos fundamentales de la niñez. La prevención del uso de armas de fuego y la promoción de la cultura de la paz deben ser prioridades en la agenda pública, con el objetivo de crear un entorno seguro y libre de violencia para las futuras generaciones.
Es fundamental que la sociedad en su conjunto se sensibilice y actúe de manera solidaria para erradicar la violencia armada, especialmente cuando afecta a los más indefensos. La protección de la infancia debe ser una responsabilidad compartida, en la que todos debemos colaborar para construir un mejor futuro para nuestros niños y niñas.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.