En la actualidad, el yihadismo ha evolucionado de operaciones llevadas a cabo por células terroristas a un enfoque más centrado en células familiares. Este cambio ha llevado a un papel fundamental de las mujeres dentro de estas estructuras, ya que se les considera responsables de transmitir y mantener las ideas y valores yihadistas en el seno de la familia.
Según expertos en la materia, este cambio en el modus operandi del yihadismo representa un desafío para las autoridades y organismos de seguridad, ya que la detección y prevención de este tipo de actividades se vuelve más compleja al estar arraigadas en estructuras familiares. La participación activa de las mujeres en este aspecto es un elemento clave que ha sido identificado y que requiere ser abordado de manera integral.
Además, se destaca la necesidad de abordar el reclutamiento y radicalización desde una perspectiva de género, reconociendo el papel específico que desempeñan las mujeres en la transmisión de ideologías extremistas. Esto es crucial para diseñar estrategias efectivas de prevención y desradicalización que aborden todas las dimensiones de este fenómeno.
En resumen, el cambio en el enfoque del yihadismo hacia células familiares y el papel fundamental de las mujeres en la transmisión de ideas y valores yihadistas plantea nuevos desafíos para las autoridades y organismos de seguridad. Es necesario abordar este fenómeno desde una perspectiva integral que reconozca la importancia del género en el reclutamiento y radicalización, con el fin de desarrollar estrategias eficaces de prevención y desradicalización.
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