El transporte público en Acapulco ha sido restablecido poco a poco, pero persiste el miedo entre los choferes debido a la ola de violencia que ha afectado la ciudad. A raíz de esta situación, los choferes han reducido sus horarios de trabajo y algunas rutas han sido suspendidas temporalmente.
La falta de transporte público ha generado dificultades para que la población pueda movilizarse de un lugar a otro, impactando especialmente a aquellos que dependen del transporte colectivo para llegar a sus trabajos o cumplir con sus compromisos diarios.
Las autoridades han implementado medidas para garantizar la seguridad de los choferes, sin embargo, el temor persiste y muchos de ellos se sienten vulnerables frente a la delincuencia. Esta situación ha generado un ambiente de incertidumbre y preocupación entre los trabajadores del transporte público, quienes buscan alternativas para protegerse y continuar con su labor ante las difíciles circunstancias que enfrentan.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades por restablecer el transporte público en la ciudad, el miedo y la inseguridad siguen siendo una realidad que impacta la vida diaria de los habitantes de Acapulco. Es evidente que se requiere una mayor atención y acciones concretas para garantizar la seguridad de los choferes y de la población en general.
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