Trump busca simplificar la burocracia espacial: beneficiarios.

Durante una conferencia de prensa a finales de 2024, el Presidente Donald Trump se comprometió a “reducir drásticamente una gran cantidad de regulaciones que matan empleos” en su segundo mandato, prometiendo eliminar diez normas antiguas por cada nueva.

Ahora, está llevando esta iniciativa de desregulación a la industria espacial comercial, ordenando a las agencias federales que agilicen los procesos de licencias de lanzamiento, aceleren el desarrollo de puertos espaciales y desmantelen el consejo asesor de la industria de la Administración Federal de Aviación (FAA).

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“Ineficaces procesos de permisos desincentivan la inversión y la innovación, limitando la capacidad de las empresas estadounidenses para liderar en los mercados espaciales globales”, declaró en una Orden Ejecutiva firmada el 13 de agosto.

La orden instruye al Departamento de Transporte (DOT) a eliminar reglas “obsoletas, redundantes o excesivamente restrictivas” que regulan las licencias de lanzamiento y reentrada. También se indica a la FAA, que opera bajo el DOT, que reduzca o acelere las revisiones ambientales, simplifique el camino para la construcción de nuevos puertos espaciales y designe a un “ejecutivo senior” encargado de fomentar “la innovación y la desregulación”.

Además, se ha solicitado al Departamento de Comercio establecer un nuevo proceso para autorizar “actividades espaciales novedosas”, como la manufactura en el espacio o el reabastecimiento de satélites, que no se ajustan fácilmente a los regímenes de licencias existentes.

Esta orden ejecutiva se emitió el mismo día en que el secretario de Transporte y administrador interino de la NASA, Sean Duffy, despidió a todos los miembros del Consejo Asesor de Transporte Espacial Comercial (COMSTAC), un organismo consultivo de la industria que influye en las reglas y prioridades de los vuelos espaciales.

Para las empresas que han estado atrapadas durante años en revisiones ambientales y demoras en la obtención de licencias, esta orden representa una señal positiva de que futuras solicitudes experimentarán plazos más cortos y mayor claridad regulatoria. La Federación Comercial Espacial, un grupo comercial de la industria cuyos miembros incluyen a SpaceX, Blue Origin, Rocket Lab y otros, celebró la orden ejecutiva como un medio para proporcionar “alivio regulatorio para liberar la industria espacial comercial estadounidense”.

Bajo este nuevo régimen, las compañías de lanzamiento podrían beneficiarse de un proceso de permisos más rápido y revisiones ambientales más simplificadas. Los operadores de puertos espaciales respaldados por el estado, como Space Florida, también podrían beneficiarse de disposiciones que aceleren el desarrollo de nuevos sitios.

Crear un marco de autorización de misión para actividades espaciales “novedosas” es igualmente significativo: startups como Varda Space Industries u Orbit Fab, que están desarrollando tecnologías para manufacturar productos farmacéuticos en el espacio y reabastecimiento en órbita, respectivamente, podrían obtener una ventaja con un enfoque regulador liderado por Comercio.

Sin embargo, no todos celebran la orden. El Centro para la Diversidad Biológica (CBD), un grupo ambiental que ha impugnado la aprobación de la FAA del programa Starship de SpaceX en Texas, calificó la orden de “temeraria”.

“Ceder ante corporaciones poderosas permitiendo que las agencias federales ignoren leyes ambientales fundamentales es increíblemente peligroso y pone a todos en riesgo. Esto claramente no está en el interés público”, afirmó el abogado senior Jared Margolis.

Para organizaciones como el CBD, las revisiones ambientales no son “excesivamente complejas”, como afirma la Orden; más bien, a menudo son completamente insuficientes. En 2023, grupos ambientales, incluido el CBD, alegaron que la evaluación ambiental de la FAA sobre los planes de SpaceX en el sur de Texas era inadecuada y violaba la Ley de Política Ambiental Nacional.

SpaceX también ha llevado a cabo una campaña visible contra las “regulaciones superfluas” y las evaluaciones ambientales que han obstaculizado una campaña de pruebas más ágil.

Se presentan aún incógnitas. Desafíos legales a la orden podrían ralentizar el progreso, y los nuevos miembros de COMSTAC, que aún no han sido nombrados, influirán en el futuro de la elaboración de normas espaciales.

La información proporcionada corresponde a la fecha de publicación original (2025-08-15 12:09:00).

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