GUADALAJARA. Los murales de Clemente Orozco “ El hombre Creador y Rebelde” y “El pueblo y sus falsos líderes”, creados entre 1937 y 1939 sobre los muros y la cúpula del Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, es un tesoro que le entregaron a guardar y celosamente lo ha hecho, con inversiones millonarias en su restauración, a través de los tiempos y de seis temblores. La última, entre 2016 y 2021, por cinco millones de pesos.
Sin embargo, su cuidado, vigilancia y atención, todo el tiempo, se da año con año, puesto que además forman parte de un hermoso edificio como es el Paraninfo y que alberga además el Museo de Artes (MUSA).
Los murales de José Clemente Orozco manifiestan los grandes tópicos que lo unen con la mencionada casa de estudio: Educación, tradición a la cultura y difusión de la ciencia.
El hombre creador y rebelde y El pueblo y sus falsos líderes, creados entre 1937 y 1939, son dos majestuosidades del maestro Clemente Orozco -cuya obra tiene declaratoria de patrimonio de la nación- que a lo largo del tiempo han tenido algunas intervenciones para que se puedan seguir apreciando por visitantes.
Pedro Zamora, jefe de la Unidad de Supervisión de la Coordinación de Servicios Generales, recuerda que originalmente el edificio (el Paraninfo) no iba a ser para la rectoría de la UdeG, ya que se pensó para la construcción de dos escuelas (proyecto que no se llevó a cabo), y luego se propuso para ser el Palacio Legislativo, que tampoco se ocupó para eso.
“El 12 de octubre de 1925 es cuando se refunda la Universidad de Guadalajara, entonces, es muy significativo que posteriormente se le haya encomendado al maestro Orozco que trabajara en la cúpula del Paraninfo, porque el tema de los murales va implícitos a lo que es la educación, la tradición de la cultura y la difusión de la ciencia. Es significativo que los temas vayan entrelazados con el uso y con que sea parte de la universidad, porque la misión es transmitir ciencia, cultura y arte”.
No se puede separar el Paraninfo sin hablar de ambos murales y José Clemente Orozco, por lo cual para la UdeG ha sido primordial la preservación y conservación de la obra, así como el edificio que los alberga, puesto que forman parte del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico de Jalisco.
Los murales han presentado daños en diversos sismos en los que ha ameritado alguna intervención.
Si bien en su momento hubo pequeñas fisuras en los sucesos registrados en 1957, 1974, 1986, 1995, 2003 y 2016, Esteban Segura, de Servicios Generales de la Coordinación General de Servicios Administrativos e Infraestructura Tecnológica, explica que los daños de mayor cuidado se registraron en los del 2016, pues hubo desprendimientos de pintura.
“Después de la intervención del 2016, la gente que conoce dice que ahora tiene casi el brillo original del mural. Es decir, la intervención que se hizo últimamente por parte de los especialistas le dio que tuviera más brillo, que los colores fueran más vivos. Fue una restauración que le dio una renovación para darle buena limpieza”, añadió por su parte Pedro Zamora.
De esa intervención, recuerdan ambos, se hizo una inversión de alrededor 1.8 millones de pesos, sin embargo, desde entonces y a la fecha la UdeG ha destinado 5 millones de pesos en total en acciones preventivas en el edificio que cubre los murales. Todo esto, en aras de perdurar un legado cuya importancia sigue siendo reconocida por muchos.
“La Universidad de Guadalajara ha probado que puede recuperar y rescatar cuando ha habido daños de los murales, por cuestiones de sismo. Que cuidar ese patrimonio de Jalisco y del país es esencial, por lo que se hacen todos los esfuerzos necesarios para preservarlo”, concluyó Segura Estrada.