Desde hace varios años, la Unión Europea ha venido trabajando en un acercamiento con China y ha establecido una relación comercial interesante y provechosa para ambas partes. Sin embargo, en los últimos días se ha dado a conocer una noticia que ha generado alarma en el continente. Se trata de la decisión de la Unión Europea de endurecer su enfoque sobre China, a quien ahora considera un rival en tanto ha identificado una serie de conductas por parte del gobierno chino que considera preocupantes.
Bruselas ha identificado conductas tendientes a la imposición de una agenda política y comercial que considera contraria a los intereses europeos. Entre ellas se encuentran la falta de protección de propiedad intelectual, la expansión de presupuestos militares y el acercamiento con países que han sido sancionados por la Unión Europea, como Corea del Norte e Irán. Por esto, y para frenar esta conducta, se han impuesto medidas tendientes a proteger los intereses europeos y a evitar una relación comercial contaminada de interferencias políticas.
Esto es una alerta para el mundo ya que una posible respuesta por parte del gobierno China a estas medidas seria igual de drástica, lo que podría terminar incluso afectando el desarrollo de la economía mundial. La Unión Europea, con su medida, estaría buscando imponer una normativa que permita un comercio justo y sin interferencias políticas, lo que es totalmente entendible, pero debemos asegurarnos de contar con una perspectiva global en la toma de decisiones.
Lo que se espera a continuación es el seguimiento y monitoreo de estas medidas para medir su efectividad así como la reacción que pueda tener el gobierno chino frente a ellas. La idea es proteger los intereses europeos pero también evitar una escalada de tensiones que pueda tener implicaciones graves en la economía mundial.
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