En un día soleado en Querétaro, tuve la oportunidad de acompañar a una unidad canina de perros rescatistas. La visita me dejó impresionado por la criaza, entrenamiento y cuidado que se les brinda a estos valiosos animales. Es difícil imaginar lo que significa ser un perro rescatista: un héroe que trabaja en circunstancias peligrosas y estresantes, como terremotos o deslizamientos de tierra.
La unidad canina de Querétaro cuenta con perros de diferentes razas, cada uno especializado en una tarea específica. Algunos son expertos en la búsqueda y rescate de personas atrapadas, mientras que otros pueden detectar la presencia de sustancias químicas peligrosas. Todos estos caninos han sido criados con mucho cuidado y entrenados intensivamente durante varios años para estar listos para trabajar en cualquier emergencia.
El adiestramiento de estos perros es un proceso arduo y casi interminable. Se les enseña a seguir las órdenes de sus entrenadores, a trabajar en equipo y a buscar personas bajo escombros. También se les acostumbra a trabajar en diferentes entornos, desde lugares cerrados hasta zonas al aire libre.
Además del entrenamiento, estos perros necesitan un cuidado especial para mantener su salud y vigor. Los veterinarios de la unidad canina, quienes trabajan en conjunto con el equipo de entrenadores, cuidan de ellos con mucho esmero, asegurándose de que estén siempre sanos y listos para trabajar.
En resumen, mi día con la unidad canina de perros rescatistas en Querétaro fue una experiencia invaluable. La dedicación y pasión que se les brinda a estos animales es verdaderamente admirable. Son verdaderos héroes que merecen todo nuestro respeto y consideración.
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