Los animales son también las víctimas en el municipio de la región del Biobío tras los incendios forestales desatados una semana atrás, en donde se cobraron la vida de 26 personas. Allí instalaron una clínica abierta en la escuela Recaredo Vigueras Araneda, a un costado de la Plaza de Armas.
“Quisimos hacer este centro porque es una catástrofe lo que nos ocurrió, hay muchos animales afectados, hay muchos sectores rurales totalmente quemados”, explica Susan Angulo, veterinaria municipal y que está a cargo de esa improvisada clínica.
La región de Santa Juana es considerado como uno de los epicentros de los incendios que golpean la zona centro sur de Chile. Del total de fallecidos, 10 perecieron ahí y cinco de ellos eran miembros de una misma familia.
Asimismo a consecuencia de la tragedia de los incendios una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento, pero apoyada por voluntarios que recorren barrios, cerros, campos y bosques en busca de animales heridos rescatados de incendios en áreas ganaderas donde viven agricultores. Doma caballos, gallinas, vacas, así como perros y gatos.
En este centro de cuidados se intenta curar y salvar animales. La caras de algunos de ellos pareciera que expresan el impacto vivido cuando se vieron arrinconados por el fuego.
La clínica cuenta con insumos médicos y con alimentos gracias a las donaciones que ha recibido y al apoyo de otras veterinarias privadas que funcionan en el municipio. Todo está en orden y muy bien coordinado.
Cerca de la mitad del territorio de Santa Juana, donde viven unas 13 mil personas, repartidas entre un centro urbano y áreas agrícolas y bosques, fue barrido por las llamas. El pueblo está a 52 kilómetros al sur de Concepción, la capital regional que a su vez está 510 kilómetros al sur de Santiago.