Un restaurante en un polígono industrial de Fuenlabrada (Madrid) se había convertido en el epicentro de una gran estructura financiera del narcotráfico en Europa. La Policía Nacional ha detenido a 32 personas y ha realizado 21 registros dentro de una operación de blanqueo desarrollada en uno de los centros comerciales de mercancías chinas más grandes del continente. Su invBstigación ha logrado acreditar el lavado de 32 millones al año, pero los investigadores estiman que esa cantidad podría llegar a los 300 millones anuales porque la red había empezado a usar criptomonedas, además de usar el método de la hawalla ―un sistema de transferencia informal que evita que el dinero viaje y se entrega en distancia basándose en una relación de confianza― para dar salida y entrada al dinero del narcotráfico que ganaba una organización colombiano-libanesa. La operación se llevó a cabo a finales de septiembre y se ha dado a conocer este viernes. El juez ha decretado prisión para 11 de los investigados, entre ellos el líder de la organización y la abogada de este.
Las pesquisas se iniciaron hace dos años, cuando los agentes descubrieron una organización criminal, compuesta en su mayoría por ciudadanos de origen sirio, que se dedicaba a financiar el tráfico de drogas de varias organizaciones que operaban en España y en el extranjero. El grupo estaba encabezado por un hombre que presuntamente operaba desde Madrid y Toledo. El centro de esas operaciones se encontraba en un restaurante de la calle Villafranca del Bierzo del polígono industrial Cobo Calleja (Fuenlabrada, Madrid), donde los clientes acudían a diario para recoger dinero procedente, sobre todo, de algunos negocios regentados por ciudadanos chinos de la zona.
Para evitar posibles vuelcos ―robos― por parte de otras organizaciones o incautaciones con motivo de inspecciones policiales, el restaurante tenía vigilancia las 24 horas y su caja fuerte no acumulaba grandes cantidades de dinero. La organización de los hawalladares (los recaderos que portaban el dinero) también realizaba entregas y recogidas a domicilio a los miembros más destacados de los principales grupos criminales dedicados al narcotráfico.
Tras las investigaciones, los agentes intervinieron 2,4 millones de euros justo en el momento en que miembros de la organización de los hawalladares o de su red clientelar los trasladaban. También, se ha podido acreditar cómo la trama estaba financiando la compra continua de alijos de estupefacientes destinados a toda Europa; se les vincula con dos contenedores intervenidos en 2020 y 2021 que portaban cuatro toneladas de cocaína.
Durante la investigación, los agentes descifraron las estructuras de algunas de las organizaciones dedicadas al narcotráfico vinculadas a la organización siria y llevaron a cabo dos incautaciones de 105 kilogramos de hachís y 275 kilogramos de marihuana. Los transportistas de la droga también fueron detenidos.
Las ganancias, que se han calculado desde 2020, podrían superar los 300 millones mediante sistemas de compensación, transporte de dinero y transacciones de criptomonedas entre España e Italia, Francia, Países Bajos, Alemania, Finlandia, Bélgica, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Polonia, Suiza y Noruega, y también fura de Europa: Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Colombia, Bolivia, Perú, Brasil y China, según señala un comunicado policial difundido este viernes.
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A comisión
Los agentes averiguaron que, una vez que la organización colombiano-libanesa obtenía los beneficios de la venta de la sustancia estupefaciente introducida en Europa, solicitaba a la organización con sede en España la recogida del dinero en efectivo generado por la venta y el envío del mismo a través de criptomonedas. Debido a que la organización ubicada en España no disponía de la estructura necesaria para dar cobertura a esos pagos en criptomonedas, solicitaba los servicios de terceras organizaciones que enviaban el dinero virtual a las direcciones aportadas por parte de la organización colombiana-libanesa, todo ello a cambio de recibir una comisión.
Las pesquisas policiales también mostraron como el líder de la organización, a través de su abogada y mano derecha, creó una sociedad a su nombre y adquirió diferentes licencias y vehículos con el dinero obtenido de las actividades ilegales de la organización, y así logró no solo blanquear los beneficios obtenidos, sino también montar un negocio plenamente estructurado que les servía a su vez como sistema de transporte de las compensaciones de dinero gestionadas por la organización y les facilitaba una mayor seguridad en el transporte. Además, el cabecilla planeaba la adquisición de viviendas de lujo en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) para deslocalizar así gran parte de los beneficios económicos obtenidos con las actividades ilegales desarrolladas.
En la operación, que se ha desarrollado de manera conjunta con Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y EUROPOL y ha contado con la colaboración de Eurojust, se han intervenido casi tres millones de euros, 575 kilogramos de hachís, 276 kilogramos de marihuana, 11 vehículos de alta gama, siete relojes de lujo, una pistola semiautomática y se han desmantelado una plantación de marihuana con 995 plantas. Además, los investigadores han bloqueado 19 cuentas de criptomonedas con un valor aproximado de 1,5 millones de euros y, se ha desarticulado un taller que preparaba los vehículos para esconder en ellos grandes cantidades de dinero. Las diligencias han sido dirigidas por el Juzgado Central de Instrucción Número 1 y la Fiscalía Especial Antidroga.
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