La fragmentada izquierda andaluza mira a Yolanda Díaz, pero la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo no tiene intención de devolverle la mirada. Por ahora. “Es evidente que el proyecto de país” que promueve “no va a llegar” a tiempo para las elecciones andaluzas, ha dicho este jueves en una entrevista en Canal Sur, donde ha dejado claro que sus tiempos no coinciden con los de sus compañeros andaluces. Díaz es la líder de un proyecto del que se sabe poco: dice que no es una “suma de siglas”, que aún no tiene decidido si será candidata, y que pretende que vaya más allá de los partidos. Se da seis meses de proceso de “escucha activa” para tomar una decisión.
Díaz piensa en las elecciones generales de 2023, donde Andalucía aporta 61 diputados al Congreso, pero antes habrá urnas en Andalucía. La dividida izquierda andaluza mantiene reuniones para ver si logran forjar una candidatura conjunta como ya ensayaron para las elecciones de diciembre de 2018 y que acabó implosionando: 11 de los 17 diputados del grupo Adelante Andalucía, formado por Podemos, IU y formaciones andalucistas, fueron expulsados por tránsfugas y desde hace meses son diputados no adscritos.
Si hay algo que esté claro en estos momentos es que el grupo que lidera Teresa Rodríguez no va a estar en otra alianza. La líder de Anticapitalistas reclama “para empezar a hablar” que les restituyan en sus puestos originales ya que de lo contrario sería como si “se le pide a una mujer maltratada que vuelva con su maltratador”, según dijo hace un mes. En el fondo, la discrepancia principal de Rodríguez con las otras formaciones es la misma de siempre: cómo se relacionan con el PSOE.
Díaz no quiere que se le asocie con ninguna de las formaciones en liza, y en su debut oficial en Andalucía, ha preferido un acto sobre la reforma laboral en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla con las secretarias generales de los sindicatos CC OO y UGT, Nuria López y Carmen Castilla, con los que se siente a gusto y porque considera que “no hay mejor carta de presentación”. Y ha rechazado mantener una reunión en una mesa con todos los dirigentes que persiguen el acuerdo andaluz como le habían sugerido.
No obstante, fuera de agenda y de foco la ministra ha celebrado una reunión con el coordinador de IU, Toni Valero; el secretario general del Partido Comunista de Andalucía, Ernesto Alba; y la coordinadora de Podemos, Martina Velarde, en un momento en el que la posición de Díaz con la dirección de Podemos por la entrega de armas a Ucrania es diametralmente opuesta. Fuentes de Unidas Podemos han señalado que “ha habido plena coincidencia” con Díaz en que “se abre una oportunidad en Andalucía para levantar una alternativa de gobierno ilusionante, habida cuenta además del desgaste que está sufriendo el Partido Popular”.
También se ha reunido con la coordinadora de Más País Andalucía, Esperanza Gómez; y con Equo.
Todos ellos han acudido al acto celebrado en la Universidad, así como los tres portavoces de la coalición Andaluces Levantaos, formada por Más País, Andalucía por Sí e Iniciativa del Pueblo Andaluz, que el pasado 1 de marzo inscribió esta marca en el registro de partidos políticos. Díaz ha llenado el aforo del salón de actos de la facultad de Derecho (400 personas) y otra sala auxiliar y ha sido recibida al grito de presidenta.
Descontento en los partidos andaluces
Las palabras de Díaz desentendiéndose de la alternativa de izquierdas en Andalucía no ha gustado a los partidos implicados. “No es que no llegue a las elecciones, es que no quiere”, ha afirmado una fuente de IU. Modesto González, portavoz de Andaluces Levantaos, ha asegurado que “no considerar prioritario las elecciones andaluzas es una equivocación” y desconocía que su socia de coalición tuviera una reunión con la vicepresidenta. Este dirigente ve “difícil” un acuerdo con Unidas Podemos porque “pone por encima los intereses de Madrid”.
Las negociaciones para cuajar una alianza de izquierdas que impida una fragmentación inútil del voto no han fructificado todavía. Dirigentes independientes están haciendo de árbitros en las conversaciones, pero a día de hoy no hay nada cerrado. Unidas Podemos cree que hay tiempo de sobra hasta la celebración de las elecciones andaluzas en el convencimiento de que el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, apurará hasta otoño para disolver el Parlamento, algo que está por ver. Pero fuera de micrófono expresan preocupación de que al filo del término de la legislatura no saben todavía el nombre de su candidato, ni si será de IU o de Podemos, ni la marca con la que concurrirán.
Fuentes de varios partidos aseguran que la principal dificultad para cerrar una coalición no está en el programa electoral, sino en lo “de siempre”: el lugar en el cada partido ocupa en las listas electorales. Y dentro de cada partido, la posición de cada corriente; y dentro de cada corriente, los subgrupos que la integran.
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