En tiempos donde la reactivación económica está presente en todas las industrias por igual, surgen nuevas oportunidades de expansión y crecimiento, tal es el caso de los bienes raíces y la comercialización de remates hipotecarios -o bien, cesiones de derechos-. Este producto no se perfila como una solución reciente en el mercado de inversiones inmobiliarias, pero sí como uno de los poco explorados, sin embargo, se trata de un procedimiento más sencillo de lo que parece.
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Ante un panorama de esta dimensión, Urban Capital es la compañía de inversiones que ha logrado posicionar los remates hipotecarios en el mercado como un producto rentable y de bajo riesgo.
Hoy, Urban Capital representa entre 30 y 40 millones de pesos anuales en compra de cartera hipotecaria vencida para diferentes instituciones bancarias. Esta cartera se ha trasladado a sus inversionistas con éxito, ya sea con entrega de inmuebles o con el retorno de capital.
El origen de una cesión de derechos viene de un crédito hipotecario, el cual, al no pagarse y entrar en cartera vencida, se convierte en un derecho de cobro semejante a un pagaré o a un título de crédito y se tiene que iniciar un proceso legal para hacer efectiva la garantía de ese derecho, que, en estos casos, es el inmueble por el que se obtuvo el crédito inicialmente.
Este es el punto clave de todo. El banco o hipotecaria originador del crédito, prácticamente nunca es el mismo que ejecuta el proceso jurídico, hay muchas razones por las cuales pasa esto, pero una de las más importantes es que el banco que otorgó el crédito no va a gastar más recursos en un crédito que ya consideran cartera vencida. Es aquí donde surge la oportunidad de negocio.
El banco comercializará a otra institución o administradora de carteras, todos los créditos que están en mora y estas, a su vez, los compran a una fracción del valor de la deuda, para posteriormente vender a un tercero, que es el que espera recuperar el inmueble.