Hasta este miércoles, han muerto 34 candidatos en el presente Proceso Electoral, de acuerdo con información de Etellekt Consultores, por lo que los dirigentes y representantes de los distintos partidos demandan al Gobierno federal que frene la violencia.
El último homicidio, con el caso de Alma Barragán, la aspirante de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Moroleón, Guanajuato, cuando estaba por iniciar un mitin político y hombres armados la ejecutaron.
El dirigente Clemente Castañeda demandó este miércoles al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador que asuma su responsabilidad ante la estrategia de seguridad fallida que implementó y convoque a una reunión de su gabinete de seguridad para atender este problema.
El 14 de mayo, hombres armados asesinaron a Abel Murrieta, candidato de MC a la alcaldía de Cajeme, Sonora, cuando de igual manera se dirigía a un mitin en las calles del municipio por el que contendía.
El partido Redes Sociales Progresistas (RSP) responsabilizó a los presidentes municipales como los principales generadores de violencia electoral en México y dijo que en muchas regiones del país están en contubernio con grupos locales del crimen organizado y buscan mantener el control político-económico de sus regiones.
La secretaria nacional jurídica de RSP, Zuly Fuentes precisó que en 60 municipios del país no pudieron registrar candidatos debido a las amenazas que han enfrentado.
De acuerdo con información de Etellekt Consultores, empresa especializada en análisis de riesgos, en su informe de Violencia Política en México, se han asesinado a 88 políticos en estas elecciones, lo cual representa a un candidato cada 3 días en promedio.
Esta empresa resaltó que dentro de los 34 candidatos masacrados, 29 de estos eran opositores que aspiraban a un cargo de carácter municipal.
En el informe de esta consultoría, se precisa que de los 29 aspirantes muertos, 22 de ellos buscaban una alcaldía, 6 una regiduría y uno buscaba una sindicatura. Además detalló que el 89% de estos políticos eran opositores a los alcaldes de las entidades que pretendían gobernar.
Señala además que de los 88 políticos asesinados durante estas elecciones, el 44% de las víctimas pertenecían a los partidos de la alianza opositora PAN-PRI-PRD, mientras que el 28% militaban en los partidos de la alianza oficialista Morena-PVEM-PT.
Cortés Mendoza afirmó que, “en una buena parte del territorio nacional, muchos de nuestros candidatos se ven amedrentados, amenazados y hay lugares en donde simplemente no pueden entrar y es muy lamentable o que ocurre en varios estados, particularmente en el Estado de México, en toda la zona sur, en donde efectivamente Acción Nacional, por razones de inseguridad acordó que ya no seguirán las campañas”.
Dijo que sus candidatos seguirán registrados, pero ya no harán actividades por amenazas del crimen organizado y, acotó, que esto no solo ocurre en el Estado de México, ocurre en Veracruz, Jalisco, Sinaloa y gran parte del territorio nacional, “porque claudicaron y la delincuencia organizada se está expandiendo en todo el territorio nacional y pareciera que se acomoda muy bien con los candidatos de Morena”, concluyó.
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