#CasaTermo | Las casas termo son viviendas sostenibles que distribuyen la temperatura de forma uniforme y mantienen una temperatura constante de 21.5 o 22 grados durante todo el año. Los propietarios de estas viviendas pagan menos en facturas de energía y experimentan una mayor sensación de confort. Los habitantes de estas viviendas en la urbanización El Peral en Valladolid, han obtenido el certificado internacional Passivhaus y han sido diseñadas por el estudio de arquitectura de Alberto López Merino. Ya hay 74 unifamiliares certificados y habitados y 39 en ejecución, además de un edificio de 69 pisos en construcción, siendo el primero de esta tipología con esta certificación en Valladolid.
Las casas pasivas son construcciones que requieren muy poca energía para calentarse y refrigerarse. El certificado Passivhaus, creado en Alemania en 1996, garantiza la eficiencia energética y el confort de estas viviendas a lo largo de su vida útil, y asegura que pueden ahorrar entre el 75% y el 90% en consumo de calefacción y refrigeración.
Estas casas se construyen de una manera especial para aprovechar al máximo la energía natural y reducir al mínimo la necesidad de energía suplementaria. Los propietarios de estas casas pueden cubrir esta necesidad con energías renovables, como la aerotermia o los paneles solares. Los sistemas de climatización utilizados por Luis y Valentín permiten generar calor en invierno y frío en verano, y con la instalación de paneles solares, Valentín es capaz de ser autosuficiente en electricidad de marzo a noviembre, pagando solo el término fijo.
Aislamiento extremo
Las casas Passivhaus utilizan un mayor espesor de aislamiento térmico que las tradicionales, lo que reduce la necesidad de energía y disminuye el riesgo de problemas de salud en verano e invierno. La cimentación es especialmente diseñada para no transmitir frío desde el suelo y las paredes son más resistentes, aunque esto significa perder metros útiles. El diseño garantiza la continuidad del aislamiento en toda la envolvente de la casa, eliminando puntos débiles donde se pierde energía. Las ventanas son de alta eficiencia con vidrios triples, cámaras con gases bajo-emisivos y marcos y perfiles aislantes. Estas características permiten reducir hasta un 75% el uso de calefacción y aire acondicionado, y contribuyen al ahorro de emisiones de CO₂ en el medio ambiente.
Los sistemas de control dinámico, como las persianas o los toldos, son también importantes en las casas pasivas, ya que permiten la entrada y salida de luz y energía a voluntad del propietario en función de la estación del año. Según Arkaitz Aguirre, country manager de Griesser en España, las persianas graduables son la mejor opción constructivamente debido a su mecanismo de instalación y al poco espacio que ocupan. Estos sistemas permiten ahorrar una gran cantidad de energía para calentar o enfriar los edificios pasivos, lo que se traduce en una disminución de la demanda de energía necesaria para climatizar de entre un 30% y un 50% con respecto a un sistema tradicional. Aunque la sobreinversión en estas casas pasivas certificadas, entre el 3% y el 10%, se recupera en los primeros años a través de los ahorros energéticos.
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