El artículo “Que no se mueran mis escritores muertos”, publicado en El Tiempo, nos habla sobre la importancia de la literatura colombiana y sobre cómo se está perdiendo la memoria de los escritores más importantes en la actualidad. El autor del artículo, Héctor Abad Faciolince, plantea que es necesario seguir leyendo y estudiando a los autores clásicos, aunque en muchas ocasiones no sean muy conocidos por las nuevas generaciones.
Uno de los problemas que menciona Abad es que los libros de los autores antiguos cada vez se venden menos en las librerías y bibliotecas, lo que genera una disminución en la demanda de los mismos. Esto puede deberse a que las nuevas generaciones prefieren leer obras más actuales y con temas más relevantes para su realidad.
Por otro lado, el autor también señala que se está perdiendo el gusto por la lectura en general, lo que dificulta aún más que los jóvenes se interesen por las obras clásicas. Esto puede tener como consecuencia una disminución en la calidad de la escritura y un empobrecimiento cultural de la sociedad en general.
Otra de las preocupaciones que plantea el autor en el artículo es que muchas personas no conocen a los escritores más importantes de la literatura colombiana. En su opinión, esto es debido a que en las escuelas y universidades se está dando más importancia a autores extranjeros que a los propios escritores colombianos. Por esta razón, es necesario promover la literatura nacional y apoyar a los autores que han hecho grandes contribuciones al sector.
En conclusión, el artículo de “Que no se mueran mis escritores muertos” nos hace reflexionar sobre la importancia de la literatura colombiana y sobre la necesidad de seguir leyendo y estudiando a los autores clásicos. Es importante no perder de vista la riqueza cultural que nos ha sido legada por los escritores y valorar el trabajo que han realizado para construir la sociedad en la que vivimos hoy en día.
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