Vladimir Putin actualmente planea construir 25 prisiones y 3 campos de trabajo en las regiones de Donetsk, Lugansk, Yersson y Zaporija. Este proyecto se pretende llevar acabo con el objetivo de que la Federación Rusa tenga el control exhaustivo de la población local, por lo que Moscú ya ha dado luz verde a la creación del nuevo Servicio Especial de Seguridad (FSB) en Donetsk, al este de Ucrania.
El primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, firma un decreto que establece 12 colonias penales (los nombres dados a las prisiones rusas). 7 en Lugansk, 6 entre Zaporizhia y Kherson. Estableció que habrá un centro de detención con prisiones médicas adicionales y 3 campos de trabajos forzados, uno en cada región. Los dos últimos están en Lugansk, el otro en Donetsk.
Por el momento, no se ha anunciado la cantidad de presos que estos centros pueden albergar, pero se sabe que el gobierno ruso construirá nuevas cárceles “sin asignar partidas presupuestarias adicionales”. Al menos así consta en las modificaciones insertadas en el plan para el sistema de prisiones hasta el año 2030.
El Ejecutivo ruso, encabezado por el premier Mishustin, ha concedido un plazo de tres meses al Sistema Penitenciario Federal para la preparación de todos los documentos legales relativos a las nuevas cárceles.
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