Vox tiene la intención de forzar al partido de Isabel Díaz Ayuso a retirar el actual proyecto de cuentas públicas (que se debería votar el 22 de diciembre) y a registrar uno nuevo, que por lo tanto podría negociar desde cero a partir de enero. Así, Rocío Monasterio, portavoz de la extrema derecha en la Asamblea, ha anunciado este jueves que su partido votará el viernes contra el dictamen de los Presupuestos, lo que supone acelerar en su apuesta por tumbar el proyecto actual. A la espera de que los servicios jurídicos de la Cámara aclaren si con esa decisión es suficiente para que las cuentas decaigan sin llegar a votarse en el pleno del día 22, donde los ultras también votarían en contra, según Monasterio, cuatro cosas están claras.
Asimismo el equipo de Ayuso considera imposible tramitar a tiempo unos nuevos Presupuestos, como quiere Vox, porque enero es inhábil, y la Asamblea se disolverá en abril porque hay elecciones en mayo. Y cuarta: la oposición considera que Vox puede cambiar de opinión en cualquier momento, no votar en contra de las secciones del actual Presupuesto, y permitir con su abstención que se aprueben las cuentas de 2023 en tiempo y forma.
“Mañana [por el viernes] tenemos un dictamen en el que a día de hoy no se ha incluido ninguna enmienda de Vox”, ha dicho Monasterio en referencia a que la Mesa de la Cámara rechazó incluir las propuestas de la extrema derecha porque fueron registradas fuera de plazo. “Nosotros no podemos votar a favor del dictamen, ni abstenernos”, ha añadido, dando por sentado que eso acabaría con el conjunto del proyecto, cancelando el pleno de la próxima semana, opinión que no comparten ni en el PP ni en el PSOE. “Tendremos que votar en contra de un dictamen que no incluye las enmiendas de Vox”.
Adelantar el veto a los Presupuestos casi una semana, acabando con el proyecto en la comisión de este viernes y no en el pleno del próximo jueves, tiene una ventaja estratégica para Vox. Al expresar su negativa en una comisión, evita la fotografía que habría dejado tomar esa misma decisión con todos los focos del pleno de la Asamblea del próximo jueves: Vox uniéndose a Más Madrid, PSOE y Podemos. Una suma que, de producirse finalmente, a buen seguro recordará insistentemente Ayuso en los próximos meses. Porque la presidenta regional puede haber perdido el presente para empezar a ganar el futuro: la decisión que ahora dice tomar la extrema derecha, siempre susceptible de ser cambiada en el último minuto, como demuestran los precedentes, marcará la campaña electoral para los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo.
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