Xavi Hernández ya está en el Camp Nou. Y se ha presentado este lunes como nuevo entrenador del FC Barcelona. El que fuera exjugador y una de las figuras del mejor Barça de la historia, ha firmado el contrato, que le vincula con el club hasta 2024, en el mismo césped del estadio azulgrana. Poco después se hizo la foto de rigor. Y otra algo más especial e inédita, de la que participó la familia del entrenador. “Estoy muy emocionado, se me ha puesto la piel de gallina. Como os dije cuando me fui de aquí somos el mejor club del mundo. Y trabajaremos con mucha exigencia para conseguir los éxitos. El Barça no se puede permitir ni empatar ni perder un partido, hay que ganar siempre”, declaró. Y desató los cánticos de la grada: “Xavi, Xavi”.
“Xavi transmites alegría, confianza y esperanza. He visto a la gente contenta como nunca. Y eso es cosa de Xavi, un hombre que conoce bien la casa y la institución”, dijo el presidente Laporta al inicio de la conferencia de prensa. Mientras tanto, el protagonista asumió su compromiso con la afición: “No les podemos fallar”. Preguntado por sus prioridades, el técnico habló de ayudar a sus jugadores y de imponer unas normas. “Vengo con una idea muy clara. La pusimos en práctica en el Al Saad y nos fue muy bien”, explicó. Una fórmula que combina exigencia, normativas, hacer equipo, trabajar en grupo, disfrutar y entrenar a tope. Aunque es consciente de algo: “Al final, se nos valorará por los resultados”.
Xavi, por otro lado, no rehusó las comparaciones: “Que se me compare con Guardiola ya es un éxito, porque es una referencia para mí. Es actualmente el mejor entrenador del mundo. Entiendo la presión y las expectativas. Los resultados dirán si lo hacemos bien”. Y amplió: “Todos somos hijos de Johan Cruyff, de Van Gaal, Guardiola o Luis Enrique. Tengo todas esas cosas dentro. Me he nutrido de todos esos entrenadores con los que he estado”.
No parecía ningún secreto cuál era la idea del Xavi entrenador y cuál el sello que impondrá al juego de su equipo. Y no tuvo problema en confirmarlo: “Entendemos el juego como un juego de posición, podemos cambiar de sistema de juego, pero queremos siempre la presión alta, no especular; queremos ser intensos, hacer ocasiones, ir al ataque. No estoy descubriendo nada. Eso es el ADN Barça. Hay que ganar y también convencer. No vale con un gol en el minuto 90”.
El acto de presentación había empezado poco antes de las 13.30 del mediodía, cuando Xavi saltó entre vítores y acompañado por el presidente Joan Laporta al Camp Nou, que abrió sus puertas para que los aficionados azulgrana llenaran la tribuna principal (asistieron 9.422 personas) y pudieran recibir al técnico como si de uno de sus grandes fichajes se tratara.
Xavi formó parte de la cantera azulgrana desde los 11 años. Llegó al primer equipo de la mano de Louis Van Gaal y guio desde la medular al Barcelona más laureado de la historia dirigido por Pep Guardiola. Se retiró en 2015, tras conseguir otro triplete, esta vez a las órdenes de Luis Enrique. Y se marchó a Qatar, donde siguió jugando y posteriormente dirigió al equipo Al-Saad. Esa fue su primera incursión en los banquillos y su único currículo como técnico hasta el momento. “Hoy es un día que marcará la historia del club. Es un día muy emocionante”, dijo Laporta como bienvenida a Xavi. El presidente, por otro lado, no explicó cómo se logró la rescisión definitiva del contrato de Xavi con el Al Saad y quién abonó la cláusula de rescisión cifrada en cinco millones de euros. “Hemos puesto todos de nuestra parte”, dijo.
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