Los conflictos bélicos entre países tienen consecuencias graves y traumáticas para millones de personas, aun que el sector mas afectado siempre son los niños puesto que comienzan a lidiar con perdidas, afectaciones físicas, psicológicas y violación de derechos humanos. El número de niños que viven en los escenarios de las guerras más mortíferas del mundo incremento casi un 10% en 2021, hasta alcanzar los 230 millones, según un informe divulgado este miércoles por la ONG Save the Children, que precisa también que uno de cada seis menores del planeta, 449 millones, vive en una zona considerada zona de guerra. Inger Ashing, directora general de la organización, afirmó: “Una media de 22 niños al día [más de 8.000] fueron mutilados o, lo que es peor, privados de sus vidas” en ese periodo. Aunque el documento se refiere a 2021, en él la ONG advierte de que esas cifras seguirán “aumentando trágicamente” en 2022 debido a la guerra de Ucrania.
El informe de 40 páginas, Stop the War on Children: The Forgotten Ones (Alto a la guerra contra los niños: los olvidados) documenta graves violaciones contra los derechos de la infancia, como el reclutamiento en grupos y fuerzas armadas, el secuestro, la violencia sexual, la denegación de acceso a la ayuda humanitaria, los ataques a escuelas y hospitales, y los asesinatos y las mutilaciones. Estos abusos tienen un profundo impacto en sus vidas, que va desde el trauma físico hasta el psicológico o la muerte.
Muchos de estos menores sufren lesiones que les causan secuelas permanentes. Es el caso de Zaid, un niño yemení de 9 años que, hace cinco, perdió una pierna en un bombardeo, cuando jugaba al aire libre con sus amigos y cuyo testimonio recogió Save the Children: “Antes de lesionarme, solía jugar al fútbol, correr y jugar con mis amigos, pero entonces el proyectil me golpeó. Es difícil no tener una pierna. Ahora me quedo dentro y juego con mis juguetes”.
La directora de Save the Children Internacional afirmó que la atención prestada a la guerra en Ucrania es una lección de todo lo que se puede hacer cuando hay suficiente voluntad política y financiera colectiva para garantizar que los niños reciban la ayuda que necesitan. “El mundo”, aconsejó Inger Ashing, “debe seguir protegiendo a los niños y niñas de Ucrania, al tiempo que puede hacer mucho más para garantizar que los de otros países afectados por los conflictos sean atendidos”.
Por áreas geográficas, en 2021, África tuvo el mayor número de niños y niñas afectados por conflictos (180 millones), seguida de Asia (152 millones) y América (64 millones). En Oriente Medio se encuentra la mayor proporción de menores en zonas de conflicto (1 de cada 3). Mientras que, en 2021, en Europa se registró el menor número y proporción de niños afectados por conflictos, esta cifra “se disparará en 2022 debido a la escalada de violencia en Ucrania”, pronostica el informe de la organización internacional.
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