Desde su implementación hace tres años, la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la Unión Europea ha estado enfocada en limitar el comportamiento anticompetitivo de las grandes plataformas tecnológicas, facilitando a los usuarios la posibilidad de cambiar de plataformas y mover datos entre dispositivos y aplicaciones. Sin embargo, esta regulación ha encontrado resistencia por parte de gigantes como Apple.
Recientemente, Apple ha expresado sus preocupaciones sobre cómo la DMA ha impactado negativamente la experiencia de sus usuarios en el bloque europeo. En un comunicado, la compañía señaló que, debido a la aplicación de la DMA, se ha visto obligada a retrasar el lanzamiento de diversas funciones, afectando así a sus clientes en la Unión Europea. Apple argumenta que las nuevas regulaciones exponen a los usuarios a riesgos adicionales y limitan sus opciones.
Uno de los puntos de fricción clave son los requisitos de interoperabilidad de la DMA, que obligan a las empresas a hacer compatibles sus aplicaciones y características con dispositivos y software de terceros. Apple ha indicado que esta normativa ha complicado el desarrollo de funcionalidades como una nueva función de traducción en tiempo real para los AirPods, el uso de la función de espejado de iPhone en Macs, y mejoras en su aplicación de mapas. La empresa advierte que la lista de características retrasadas podría seguir creciendo.
La compañía sostiene que cumplir con los requerimientos de interoperabilidad choca con su compromiso de proteger la privacidad de los usuarios. Apple ha propuesto cambios a la DMA que, según ellos, preservarían la seguridad de los datos de sus clientes, pero esas propuestas han sido rechazadas por la Comisión Europea. Apple afirma que, en virtud de la DMA, compartir estas características con sus usuarios antes de que se hagan disponibles para otras plataformas podría resultar en multas y restricciones severas en sus operaciones en la UE.
Este conflicto llega después de que la UE impusiera una multa de más de $550 millones a Apple por violar la DMA al obligar a los desarrolladores de aplicaciones a realizar transacciones dentro de su ecosistema. La empresa ha apelado dicha decisión, buscando revertir la sanción.
Apple también advierte sobre los peligros que conlleva permitir a los usuarios instalar aplicaciones desde tiendas de terceros y utilizar otros mecanismos de pago, como exige la DMA, sugiriendo que esto podría aumentar los riesgos de fraude y malware para sus consumidores.
A medida que la DMA ha avanzado, Apple concluye que sus usuarios europeos están viendo cómo sus dispositivos se ven limitados en cuanto a su funcionalidad y seguridad, lo que podría dejarles en desventaja frente a nuevas tecnologías que surjan en el mercado.
La Comisión Europea aún no ha emitido comentarios adicionales sobre este tema, lo que deja en el aire el rumbo de la regulación y su impacto en las empresas tecnológicas y sus usuarios en el continente.
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