Novedades sobre el asesinato del alcalde de Uruapan

El pasado 1 de noviembre de 2025, el centro histórico de Uruapan, Michoacán, fue escenario de un lamentable suceso que encendió la indignación general. Durante el Festival de las Velas, el presidente municipal, Carlos Manzo, fue atacado a balazos en la plaza pública, perdiendo la vida poco después en el hospital al que fue trasladado. Este crimen desató una profunda preocupación por la seguridad en la región, resaltando las dificultades que enfrentan las autoridades locales y estatales.

La identidad del presunto agresor, Víctor Manuel Ubaldo Vidales, un joven de 17 años originario de Paracho, fue confirmada por las autoridades. Vidales fue abatido en el lugar y dio positivo en una prueba de rodizonato, lo que lo vincula directamente con el ataque. Las investigaciones sugieren que al menos otros dos sujetos pudieron haber participado en el crimen, y se está indagando una posible conexión con grupos de la delincuencia organizada que operan en la zona.

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La línea del tiempo de los acontecimientos muestra la gravedad de la situación. El mismo 1 de noviembre, cerca de las 20:00 horas, Manzo fue atacado en pleno evento festivo. A pesar de la rápida atención médica, no logró sobrevivir. En respuesta, las autoridades locales apelaron a la calma, mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum condenó el asesinato y demandó justicia, un clamor que resonó entre empresarios y ciudadanos que exigen acciones contundentes contra la delincuencia.

El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla asistió al funeral de Manzo, aunque su presencia no fue bien recibida, y los asistentes lo responsabilizaron en parte por la inseguridad. La discusión sobre la seguridad se intensificó al revelarse que Manzo había solicitado protección oficial desde diciembre de 2024, y contaba con el respaldo de la Guardia Nacional en su seguridad periférica. Sin embargo, el armamento utilizado en su asesinato estaba vinculado a otros incidentes de violencia entre grupos criminales.

Los días siguientes estuvieron marcados por la movilización social. Miles de ciudadanos marcharon en Uruapan en memoria de Manzo, exigiendo un cambio. El 2 de noviembre, la fiscalía local anunció que se investigarían las conexiones con grupos criminales y se detendrían a otros sospechosos. La reacción ciudadana incluyó vigilias en honor al alcalde y la convocatoria a protestas pacíficas, incluso en la ciudad de México.

El 4 de noviembre, líderes comunitarios y organizaciones civiles emitieron comunicados demandando acciones concretas para proteger a funcionarios y habitantes. En respuesta a esta situación crítica, Sheinbaum presentó el “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia”, el cual está diseñado en torno a tres ejes estratégicos. Este esfuerzo es fundamental en un contexto donde la seguridad ha sido un eje central de la administración de Manzo, quien desde su llegada al cargo, alertó sobre el control perdido por el Estado ante grupos criminales en la región.

Los eventos acentúan la urgencia de un enfoque renovado hacia la seguridad pública en Michoacán, un tema que seguirá ocupando los principales espacios de debate en los días y semanas por venir. La historia de Carlos Manzo no solo es un recordatorio de los desafíos que enfrenta el país, sino también un llamado a la acción para garantizar la seguridad de todos sus ciudadanos.

(Actualización: datos corresponden a 2025-11-08 07:00:00)

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