Se conocieron en un concurrido evento cultural de la Viena de 1924: una de las lecturas-actuaciones del crítico Karl Kraus. Ella era una muchacha culta y atractiva, que tenía algo de “miniatura persa”, como recordaría él muchos años después en sus memorias. Venetiana Taubner-Calderon, Veza, tenía madre sefardita, igual que el entonces aspirante a escritor y estudiante de química Elias Canetti, a quien llevaba ocho años, y con quien acabaría conformando una pareja a prueba de crisis nerviosas, bombas y adulterios, porque de todo hubo en sus casi tres décadas de matrimonio, hasta la muerte de Veza en 1963.
Pero cuando se produjo aquel primer encuentro en 1924, Elias vivía con su hermano menor, Georg, en Viena, y son precisamente las cartas que la pareja le dirigió en la década siguiente y hasta 1948 lo que permite conocer de cerca y casi en directo sus conflictos, ansiedades y penurias. Cartas a Georg. Amor, literatura y exilio en tiempos oscuros (Galaxia Gutenberg), que llega mañana miércoles a las librerías, reúne aquellas misivas. Y también muestra la fe inquebrantable de ambos en que Elias Canetti triunfaría y su férreo empeño en dedicarse a la literatura por encima de todo. En 1981 el autor de Masa y poder, un estudio fundamental sobre las fuerzas que rigen las sociedades, y de la novela Auto de fe, se alzaría con el Nobel.
El nuevo volumen recorre en 162 epístolas el ascenso del nazismo y la marcha de Elias y Veza Canetti de Viena a Londres, unos meses antes de que comenzara la II Guerra Mundial, también el duro inicio de su vida en Inglaterra hasta que logran establecerse, el trabajo de él empieza a ser reconocido y conectan con un amplio círculo de intelectuales. Desde Viena, en marzo de 1938, Veza escribe a su cuñado que estudia medicina e