Fue un primer momento de estupor y luego de espera. La velocidad con que se desarrollaban los acontecimientos en Perú apenas dio tiempo para ensayar algún tipo de reacción en las cancillerías de América Latina. El silencio fue general, con la única excepción de Argentina y México. El primero habló de “crisis política” y pidió el resguardo “de las instituciones democráticas”. El segundo llamó a “respetar la democracia y los derechos humanos”. El resto de los servicios exteriores prefirió esperar la suerte de la embestida de Pedro Castillo contra el Congreso y su posterior destitución parlamentaria.
“Argentina lamenta y expresa su profunda preocupación por la crisis política que atraviesa la hermana República del Perú, y hace un llamado a todos los actores políticos y sociales a que se resguarden las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional”, publicó en un tuit la cuenta oficial de la Cancillería Argentina. Buenos Aires mantuvo buenas relaciones con el ahora expresidente Pedro Castillo durante los 16 meses que estuvo en el poder. El peruano llegó incluso a pedir ayuda diplomática a Buenos Aires cuando se sucedían los intentos del Congreso por destituirlo.
Argentina lamenta y expresa su profunda preocupación por la crisis política que atraviesa la hermana República del Perú, y hace un llamado a todos los actores políticos y sociales a que se resguarden las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional.
— Cancillería Argentina 🇦🇷 (@CancilleriaARG) December 7, 2022
México personalizó el mensaje. El ministro de Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo desde su cuenta en Twitter que su país lamentaba “los últimos acontecimientos en Perú (…) ese entrañable pueblo hermano”. Unos minutos antes había adelantado la suspensión, por segunda vez, de la Cumbre de la Alianza del Pacífico prevista para el 14 de diciembre en Lima. “Les mantendré informados”, dijo el ministro. El encuentro tenía fecha para el 25 de noviembre en México, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió suspenderla porque el Congreso peruano había negado a Castillo el permiso de viaje.
México lamenta los últimos acontecimientos en Perú y hace votos por el respeto a la democracia y a los derechos humanos en bien de ese entrañable pueblo hermano.
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) December 7, 2022
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Más tarde habló Chile, en los mismos términos que Argentina y México. En ningún caso se hizo referencia a un golpe de Estado o se nombró a Pedro Castillo. Mucho menos, la decisión del Congreso de destituirlo y su posterior detención. “El Gobierno de Chile lamenta profundamente la situación política que está viviendo la República del Perú”, difundió la cancillería chilena en un comunicado.“y confía en que esta crisis que afecta a un país hermano se pueda resolver a través de mecanismos democráticos y el respeto al Estado de Derecho”.
Como México, Chile también pidió por el respeto de “los derechos humanos y las libertades fundamentales” y reafirmó “su compromiso con la democracia y el diálogo como el camino para superar este complejo momento”.
Colombia, a su turno, sí se refirió a los acontecimientos en Perú como un “atentado contra la democracia”. Y advirtió que lo condena “venga de donde venga”, en referencia al origen izquierdista de Castillo. “Colombia recuerda que la democracia requiere el reconocimiento de la voluntad popular expresada tanto en las elecciones para presidente como para el Congreso”, dijo la Cancillería colombiana en un comunicado.
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