En noviembre de 2016, en el vuelo de regreso de un partido de Champions en Rostov, un pasajero demostró su satisfacción a Diego Pablo Simeone por el juego que estaba desplegando el equipo. El técnico argentino, retrepado en su asiento, sonrió, se giró y también con cierta ironía y la sonrisa más amplia, remató: “Pero no te acostumbres”. El sábado, el Cholo coronaba campeón de Liga al Atlético por segunda vez en siete años con una fórmula más atrevida, expresada en el mayor promedio de posesión (51%) en sus nueve años y medio como entrenador rojiblanco. “El equipo salió endemoniado a buscar el título”, dijo para reafirmar el giro emprendido y dibujado desde la primera jornada del campeonato con la figura de Luis Suárez como espoleta.
El 27 de septiembre de 2020, a las cuatro de la tarde, bajo la canícula, el Atlético se desplegó pletórico en la primera jornada de Liga. Goleó al Granada (6-1). El afán de Luis Suárez, en la media hora que disputó, de mostrar con dos goles y una asistencia que aún mordía en el área desató la primera corriente de optimismo que se había engendrado con el anuncio de la contratación del delantero charrúa. “No descubrí nada diciendo que entramos en la zona Suárez. Es diferente, es ganador, un animal, el club lo recibió, él se adaptó a lo que es él, porque tiene mucho de lo que somos nosotros”, razona Simeone.
Cuando el Real Madrid y el Barcelona apretaron la clasificación, el Cholo buscó al delantero. “Es tú momento, tú tienes experiencia, sabes de qué va esto, tienes que contagiar al resto”, le pidió el técnico a su goleador. “Desde el primer entrenamiento se apreció lo que nos podía dar, venía dolido por cómo salió del Barcelona. Hablaba con todo el mundo, transmitía”, relatan en el Atlético.
A principios de noviembre, el entrenador ya confesaba, tras derrotar a Osasuna en El Sadar (0-2), el impacto que había generado la llegada de Súarez. Fue el primer partido de Liga en el que propuso la defensa de tres centrales, con Vitolo como carrilero zurdo por la lesión muscular que retardó la explosión de Carrasco: “Creo que todo esto se genera a partir de la presencia de Suárez. Hay una necesidad de abastecerlo. Costa y Morata tenían otras características, más de ir al espacio y con el campo largo. Buscábamos otras situaciones. Luis necesita más gente cerca de él, vivir donde hace daño, y el equipo trabaja en búsqueda del camino de lo más complicado, que es el gol”, explicó el técnico rojiblanco. Por entonces, João Félix aun carburaba, el torbellino de Marcos Llorente se había desatado y futbolistas como Savic, Koke, Correa y Trippier anunciaban que su rendimiento podía superar al de temporadas anteriores. La revolución fue tal que por primera vez Simeone aparcó su innegociable 4-4-2, empujado por la goleada recibida en Múnich (4-0), pese a que el equipo en ataque le jugó de tú a tú al Bayern durante algunos tramos del partido.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.