La Cámara de Diputados ha dado un paso significativo hacia el futuro fiscal de México, avalando en comisiones un aumento de impuestos sobre diversos productos y servicios que comenzará a aplicarse a partir del 1 de enero de 2026. Esta reforma a la Ley del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) afectará a un total de 26 artículos y servicios, reflejando una tendencia hacia una recaudación más agresiva.
Entre los productos que verán un aumento en sus precios se encuentran los cigarros, refrescos, bebidas azucaradas y los videojuegos considerados “violentos”. Estos incrementos son parte de un esfuerzo más amplio del gobierno para controlar el consumo de productos que, según su criterio, tienen un impacto negativo en la salud y la sociedad.
Las cifras son llamativas. Por ejemplo, los permisos para residentes experimentarán un alza del 109%, mientras que los productos con nicotina verán un incremento de hasta el 100%. Otros aumentos incluyen una subida del 67% en apuestas y sorteos, así como del 57% en certificaciones requeridas para vuelos de inspección. Adicionalmente, se prevé un incremento del 25% en productos de tabaco, lo que podría influir significativamente en el comportamiento del consumidor.
La reforma no solo afecta a los productos de consumo directo; también se extenderá a permisos y certificaciones que, a menudo, son necesarios para diversas actividades. Por ejemplo, el costo de permisos para turistas aumentará casi mil pesos, mientras que la entrada a lugares emblemáticos como Chichén Itzá se verá afectada por un incremento de unos 104 pesos.
Se espera que estos aumentos generen un impacto inmediato en el bolsillo de los ciudadanos, dado que los precios de las bebidas saborizadas, por ejemplo, incrementarán en hasta tres pesos por litro. Este aumento no solo afecta a los consumidores, sino que podría plantear desafíos a las pequeñas y medianas empresas, que ya enfrentan un entorno complicado en su recuperación post-pandemia.
Es crucial que los ciudadanos se preparen para estos cambios que marcarán el inicio de un nuevo período fiscal en el país. Estos incrementos no son simplemente números; representan un cambio fundamental en la forma en que las familias mexicanas gestionan sus gastos cotidianos. Con gran parte de la población ya sintiendo los efectos de la inflación, la implementación de estos nuevos impuestos podría profundizar aún más las preocupaciones económicas.
En definitiva, a medida que se acerca el 2026, es vital que los ciudadanos se mantengan informados sobre las políticas fiscales y sus repercusiones. Los nuevos impuestos, previstos para entrar en vigor en solo unos meses, traerán consigo efectos directos e indirectos que modificarán el panorama financiero en todos los rincones de México.
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