El estado de ánimo de las empresas es asombroso. Quizá sí, esta vez, el optimismo esté recorriendo los despachos tras 17 meses de angustia pandémica. El Barómetro de Empresas elaborado por Deloitte, y que desde 1999 publica este diario, nunca se había llenado con tantas respuestas decididas sobre el porvenir inmediato de la economía: mejorará para un 82% de los encuestados en lo que queda de año y 2022 será incluso más positivo (lo piensa el 90%). Trasladado a las propias empresas, el 65% de los encuestados creen que mejorarán su balance en el segundo semestre y en 2022 un 74% esperan crecer en producción y facturación. En el sondeo, que ofrece una amplia radiografía sobre producción, exportaciones, beneficios, inversiones y empleo, han participado 224 empresas cuya facturación conjunta supera los 950.000 millones de euros y emplean a medio millón de personas, tanto en España como fuera.
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Atrás parecen haber quedado los días terribles en los que la ocupación en las UCI se convertía en un indicador adelantado de actividad. Estamos en pleno rebote: 7 de cada 10 empresas consultadas entre junio y principios de julio, cuando ya impactaba la variante delta del virus, ven la luz tras el fin del estado de alarma. La incertidumbre por el aumento de los contagios (la incidencia roza los 700 casos por cada 100.000 habitantes) no hace mella en las previsiones. Y si los sentimientos son el combustible con el que se cargan las encuestas, en esta hay munición a raudales. “Podemos ver que este avance se da al mismo tiempo que la mejora en la confianza de los consumidores, que ha vuelto a niveles precovid.
Esto, junto con el buen ritmo de vacunación y relajación de restricciones, está causando una revisión al alza de las proyecciones del PIB”, sostiene Ana Aguilar, directora de Financial Advisory en Deloitte. Funcas publicaba esta semana que el PIB crecerá un 6,1% en 2021 y 2022 en otra encuesta donde las opiniones positivas superaban a las negativas por primera vez desde el comienzo de la pandemia. En el Barómetro de Deloitte, un 47% de los consultados admiten que su empresa ya está en niveles de 2019 (eran un 27% en el sondeo de enero) y un 46% creen que lo estará a partir de 2022. Algo que también se nota en los beneficios: en los primeros seis meses de este ejercicio, la rentabilidad ha aumentado para la mitad de los panelistas gracias al viento de cola de la demanda interna.
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La situación tiene efectos positivos indudables sobre el empleo. “Que las empresas vuelvan a contratar son buenas noticias y así se refleja en los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social, con un incremento de más de 230.000 personas en junio”, subraya Aguilar. Ya hay tantos afiliados (19,5 millones) como antes de la crisis. En el estudio también se trasladan esas buenas sensaciones, aunque el optimismo está más encapsulado: pese a los fuertes incrementos de ventas percibidos, solo el 38% de los encuestados harán contrataciones antes de fin de año mientras que la mitad mantendrán el empleo y un 11% esperan disminuirlo. También se observa una disminución de empresas con trabajadores acogidos a ERTE, un asunto que, sin embargo, genera preocupación, ya que una abrumadora mayoría (72%) cree que el Gobierno debería mantener esta medida extraordinaria hasta finales de año.