”¿Qué es un gran jugador moderno? Uno que piensa rápido, decide rápido, hace transiciones veloces y ordenadas, y es agresivo en defensa para estabilizar a su equipo cuando pierde la pelota. Bruno es así”, sentencia José Morais, que como ayudante de Mourinho en el Inter, el Madrid y el Chelsea observó de cerca a varios de los mejores futbolistas del siglo.
Bruno Fernandes, líder indiscutible del Manchester United que esta noche se mide al Villarreal en la final de la Liga Europa (21.00, Movistar Liga de Campeones), siempre fue un superdotado del fútbol. Pero, a diferencia de tantos jugadores que desde su adolescencia son promovidos por el mercado como fenómenos —porque juegan en la cantera de un club deslumbrante, porque los avala un representante o un técnico poderoso, o simplemente porque son visualmente atractivos por su cara, su cuerpo o su garbo— este portugués flaco de facciones asimétricas fue ignorado. El Boavista había sufrido un descenso administrativo a Segunda División cuando en 2008, a la edad de 18 años, le vendieron al Novara, de la Tercera italiana. Puesto que nunca pasó por las cribas de las categorías inferiores de la selección portuguesa, aterrizó en Lombardía sin caché. Pasó desapercibido hasta que el Udinese, célebre por sus cazatalentos, le hizo debutar en la Serie A.
“Si eres extranjero en Italia y, además, tienes poca capacidad física, normalmente no te van a tener en cuenta”, observa Manuel Cordeiro, que siendo ayudante de campo de Paulo Sousa en la Fiorentina se enfrentó al Udinese de su paisano; “esto explica la gran inteligencia de Bruno”.
“Él se distingue por la interpretación perfecta de las necesidades del partido”, dice Cordeiro. “Él no solo se adapta a lo que le pide el entrenador: más difícil todavía, se adapta al planteamiento del rival. Él interpreta cuándo ser diez, ocho, nueve o nueve y medio. Hay jugadores que desde pequeños hacen bien una cosa y se especializan. Bruno ha querido hacerlo todo bien y lo ha conseguido. En Udinese jugaba en el medio con un 3-5-2 y no tenía tanto gol como ahora porque no leía los espacios tan bien. Ahora es un goleador extraordinario”.
Bruno Fernandes suma 28 goles y 17 asistencias en todas las competiciones esta temporada. Es, de lejos, el jugador que más ocasiones de gol creó en la Premier, 137, por las 111 de Kevin de Bruyne o las 106 de Mount. Si el campeonato inglés es el reino de los entrenadores mediáticos, en el United se produce una anomalía: es el único de entre los cuatro primeros de la clasificación que no puede considerarse un equipo de autor. Si el City es de Guardiola, el Liverpool de Klopp y el Chelsea de Tuchel, el United no es de Solskjaer. Es de Bruno Fernandes.
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