No sería del todo pionera, ya que en 2020 Sarah Macbride fue la primera mujer transgénero en convertirse en senadora de Estados Unidos, pero de conseguir su objetivo Caitlyn Jenner sí se convertira en la primera gobernadora trans del Estado de California. A los 71 años, una de las mujeres más famosas del mundo aspira a ocupar un cargo político muy importante en un Estado con un peso crucial en la economía estadounidense, y lo intentará con una campaña que combina la defensa de los derechos del colectivo LGTBI, especialmente los de las personas trans, con propuestas menos progresistas en otras cuestiones sociales.
Republicana declarada, Jenner se define como “progresista en lo social y conservadora en lo económico”, pero lo cierto es que su programa respecto a la política penitenciaria es calcado al del expresidente Trump, algo que la ha enfrentado a su hijastra, Kim Kardashian. Por otro lado, numerosos medios hablan de una “búsqueda desesperada de fama” como principal causa de su salto a la política. Ella, padre de la modelo Kendall Jenner y la empresaria Kylie Jenner, se defiende con una fortuna personal de cien millones de dólares y unos índices de popularidad muy altos, y en la presentación de su candidatura en Los Ángeles no escatimó en recursos para dejar claro que su proyecto de gobernar el “Estado Dorado” va completamente en serio.
El eslogan de su campaña es “Caitlyn por California”, lugar donde ha vivido los últimos 50 años y donde se mudó en la época en la que era un atleta de élite, Bruce Jenner, que consiguió el oro olímpico en los Juegos de Montreal en 1976. Una hazaña que recordó en la presentación de su candidatura a Gobernadora, en la que habló de “una vida de lucha”, que ahora no es la deportiva sino la de alcanzar la igualdad real para las personas transgénero, seis años después de hacer su transición a mujer y anunciarlo con una portada histórica de la revista Vanity Fair y con el titular “Llamadme Caitlyn”.
En aquel momento Jenner era uno de los personajes más famosos del mundo del entretenimiento, al formar parte del reality Las Kardashians junto a su familia. Un clan formado por su exmujer, Kris, sus hijas Kendall y Kylie, y sus hijastros, Kourtney, Kim, Khloe y Rob. “¡Estoy dentro!”, dice en el comunicado oficial de su candidatura, en el que se vende como “una ganadora probada” y la “única que puede poner fin al desastroso mandato de Gavin Newsom”. Jenner lleva tiempo siendo muy crítica con el actual gobernador demócrata Newsom, y tiene en la crisis económica provocada por la pandemia una de sus mayores bazas electorales. Promete recuperar los negocios perdidos por los californianos y lo hará entre otras medidas con bajada de impuestos.
También promete mano dura contra la delincuencia, algo que la ha enfrentado a su hijastra Kim Kardashian. Kim defiende las políticas de Newsom, partidario de la reinserción social de los presos a través de ayudas. Caitlyn se posiciona en contra, siguiendo la estela de Donald Trump, con el que Kim y su entonces marido Kane West se llegaron a reunir para abordar este tema. Jenner tuiteó recientemente que “los fiscales de Newsom están dejando en libertad a criminales peligrosos”. “Basta”, dijo, en alusión a la salida en libertad de un hombre acusado de asesinar a un niño de siete años. Según asegura el portal TMZ, Kim y Caitlyn no han vuelto a hablar desde entonces, y afirma que las hermanas Kardashian no apoyarán su campaña a gobernadora.
Otras críticas han hablado de que el único objetivo de Caitlyn es recuperar la notoriedad perdida y volver a ponerse en el foco público, aunque también ha recibido los primeros apoyos. Por ejemplo, el del actor Arnold Schwarzenegger, que fue gobernador de California entre 2003 y 2011, también por el partido republicano. En el programa de Jimmy Kimmel contó que son “muy buenos amigos”, y que “todo el mundo merece una oportunidad”. El protagonista de Terminator fue uno de los casos más sonados de estrella que acabó haciendo carrera política. Nada nuevo en un país donde el actor Ronald Reagan llegó a presidente, y el propio yerno político de Jenner, Kanye West, se presentó como candidato a la Casa Blanca en las últimas elecciones presidenciales.
El proceso para convertirse en gobernadora pasa por preguntar a los votantes si Newsom debe ser destituido y, a continuación, quién debe reemplazarlo. El primer paso no está tan claro, ya que encuestas recientes indican que el actual mandatario podría continuar en su puesto. Caitlyn jugará una de sus mayores bazas con el colectivo LGTBI, para el que es un referente pese a sus ideas conservadoras en otros ámbitos. “Amo a mi comunidad, y quiero ayudar de verdad”, explicó en una entrevista. Jenner tiene una fundación que ha enfocado en ayudar a los jóvenes trans a través de la concesión de becas. Más allá de su enganche con las minorías, la clave estará en conseguir los votos de la mayoría de los californianos. En palabras de Schwarzenegger, “no importa si es Caitlyn u otra persona si tienes una visión clara de adónde quieres ir, cuáles son los cambios que quieres hacer y explicas por qué estás preparado para convertirte en gobernador, puedes convencer al pueblo”.
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