La Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ha propuesto aumentar su participación en la generación de energía eléctrica en México, con el objetivo de alcanzar el 61% al final de la administración actual. Este anuncio se produce en medio de un debate nacional sobre el papel de la CFE y la apertura del sector energético a la inversión privada.
Según las declaraciones oficiales, la CFE planea lograr este aumento en su participación a través de la modernización y ampliación de sus plantas generadoras de energía, así como la reducción de la quema de combustóleo y el aumento del uso de gas natural. Esta estrategia pretende contribuir a la soberanía energética del país y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Sin embargo, estas ambiciosas metas se producen en un contexto de críticas y cuestionamientos sobre la viabilidad y eficiencia de la CFE en comparación con los actores privados en el sector energético. Además, han surgido dudas sobre la capacidad real de la empresa para alcanzar sus objetivos y competir en un mercado cada vez más competitivo y en constante evolución.
En resumen, la CFE ha anunciado su intención de aumentar su participación en la generación de energía eléctrica en el país, con la finalidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles y contribuir a la soberanía energética de México. Sin embargo, estas metas se plantean en medio de un contexto de debate y cuestionamientos sobre la viabilidad y eficiencia de la empresa en comparación con el sector privado.
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