La concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero ha seguido creciendo hasta llegar a nuevos récords. “Hay que actuar ya” es la frase que repiten en Naciones Unidas desde hace algunos años. Y eso es, precisamente, lo que pretende hacer Helsinki, la capital de Finlandia, que se ha planteado reducir sus emisiones en un 80% para 2035.
Lejos de mejorar, la situación de la emergencia climática no deja de ir a peor. Ni siquiera la pandemia, sus confinamientos y sus cuarentenas, que han encerrado a los grandes culpables en casa durante meses y permitieron que ciertos animales se dejasen ver por zonas urbanas, han conseguido mejorar los datos. Si bien durante los encierros de abril de 2020 las emisiones diarias de CO₂ se redujeron en un 17%, en junio del mismo año ya habían vuelto a los niveles previos a la pandemia, según el informe anual United in Science de la Organización Meteorológica Mundial.
La capital finlandesa lanzó a finales de 2020 el concurso Helsinki Energy Challenge, con el que ha querido buscar los proyectos más innovadores y revolucionarios para conseguirlo. Una de las respuestas ganadoras ha sido The Hot Heart (El corazón caliente), del arquitecto italiano Carlo Ratti, un archipiélago de islas tropicales artificiales con las que aspira a calentar los hogares de la capital escandinava sin emisiones de ningún tipo. Pero, ¿cómo se consigue esta tarea en una ciudad que se pasa cinco meses del año con temperaturas negativas y otros dos rondando los cero grados? Las islas de The Hot Heart son, en realidad, “10 depósitos flotantes de agua de 225 metros de diámetro donde se almacenaría la energía generada a través de fuentes renovables y abastecería a la ciudad entera durante las estaciones de alta demanda”, explica el arquitecto a ICON Design.

Los baños sauna, una zona que pretende incluir el proyecto del arquitecto italiano.
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