Sudamérica reinició las eliminatorias para el Mundial. En la quinta fecha de partidos, Argentina se mostró insuficiente para doblegar a Chile en Santiago del Estero (1-1). Messi, que marcó gol, empujó a la albiceleste hasta donde la resistencia chilena les permitió.
Argentina salió al campo con un homenaje a Diego Armando Maradona y con Messi más capitán que nunca. La albiceleste arrancaba con la meta de mantener su invicto en las eliminatorias ante un Chile sin Arturo Vidal, positivo por covid-19. Un penalti favorable dio impulso a los argentinos en el primer tiempo. Lautaro Martínez cayó en el área entorpecido por el chileno Guillermo Maripán. El VAR validó la infracción y Messi se encargó de anotar ante su excompañero Claudio Bravo. El panorama parecía ser cómodo para los de Scaloni.
Chile reprendió a los argentinos muy pronto. La conexión dorada entre Charles Aránguiz, Gary Medel y Alexis Sánchez selló un gran gol desde el balón detenido. Aránguiz centró hasta la línea de fondo para que Medel devolviera el tiro al centro para un Sánchez que se encontró con un hueco en la defensa para el 1-1. En la agonía del primer tiempo, Bravo le negó un gol de tiro libre que se colaba por el ángulo.
Argentina intentó revolucionar su once con el ingreso de Ángel Correa. La albiceleste no podía encontrarse con Messi ni con el ágil Di María. Lautaro Martínez buscó jugadas por su cuenta, pero no estuvo fino como en la temporada con el Inter. Y Messi a lo suyo: esquivando patadas e intentando cambiar de ritmo. En una de sus intervenciones, un segundo tiro libre, mandó el balón a la punta del ángulo de la portería. La última del 10 fue un remate bombeado que Bravo alargó los brazos para desviarlo.
Los argentinos se mantienen en el segundo puesto de la clasificación con 11 puntos, por debajo de Brasil, después de tres triunfos (0-2 contra Perú, 1-2 contra Bolivia y 1-0 ante Ecuador).
El ingrediente que falta al fútbol sudamericano es la hinchada. La escalada de casos de la covid ha negado la asistencia de aficionados. En marzo pasado, la Conmebol tuvo que aplazar la doble jornada de partidos de eliminatoria por las restricciones de la crisis sanitaria. Los encuentros, sin embargo, se movieron a tan solo unos días del arranque (el 13 de junio) de la accidentada Copa América.
El gran torneo de selecciones de América se debía jugar en Colombia y Argentina, los dos países sede. El Gobierno colombiano se mostró incapaz de realizar el torneo debido al estallido social que comenzó el 28 de abril. La propuesta de una reforma tributaria por parte de la Administración de Iván Duque y la brutalidad policial desataron el descontento social. En Argentina la segunda ola de la covid-19 ha complicado la situación hospitalaria con más de 35.000 nuevos casos diarios en los últimos días. La Conmebol ofreció la sede a Brasil, uno de los países que peor han gestionado la pandemia con más de 16 millones de contagios y más de 467.000 muertes.