En México, el pleito por el plan B electoral ha generado una confrontación entre la Presidencia y la Corte. El plan B se refiere a la posibilidad de que las elecciones federales se realicen en dos días, en lugar de uno, como inicialmente estaba planificado. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación argumenta que esta medida garantiza la seguridad sanitaria de los votantes, mientras que el gobierno federal argumenta que podría ser una estrategia para alterar los resultados electorales.
Desde la Presidencia se han emitido declaraciones en contra del plan B y se ha acusado al Tribunal Electoral de actuar de forma fraudulenta. Ante esto, los ministros de la Corte han salido a defender su postura y a recalcar la importancia de garantizar la salud de la población durante las elecciones. La tensión entre ambas instituciones ha alcanzado un nivel preocupante, ya que se pone en riesgo el estado de derecho y la independencia de los poderes.
Una de las consecuencias más preocupantes de esta confrontación es que podría afectar la credibilidad de las elecciones federales. Si el gobierno federal y el Tribunal Electoral no logran llegar a un acuerdo y se realizan las elecciones en un solo día, podría haber un aumento en los casos de contagio de COVID-19 y un cuestionamiento sobre la validez de los resultados electorales. Esto podría generar inestabilidad política y social en el país.
Otra consecuencia negativa es que se estaría poniendo en riesgo la salud de la población. La pandemia de COVID-19 sigue siendo una amenaza y cualquier medida que se tome debe garantizar la seguridad de los ciudadanos. Si se realizan las elecciones en un solo día y se presentan situaciones de aglomeración de personas, podríamos ver un aumento en los casos de contagio y una posible saturación del sistema de salud.
En este sentido, es importante recordar que en países como Perú y Bolivia, las elecciones que se realizaron en el contexto de la pandemia fueron organizadas en dos días. Esto permitió que se respetaran las medidas sanitarias y se garantizara la seguridad de los votantes. México debería seguir estos ejemplos y buscar soluciones que protejan tanto la salud de la población como la validez de los resultados electorales.
En conclusión, la confrontación entre la Presidencia y la Corte por el plan B electoral es una situación preocupante que podría tener consecuencias negativas en varios ámbitos. Es importante que ambas instituciones trabajen en conjunto para buscar soluciones que permitan realizar elecciones seguras y confiables, garantizando así el estado de derecho y la independencia de los poderes en México.
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