Almacenar jitomate molido o puré de tomate es una práctica eficiente que no solo ahorra tiempo en la cocina, sino que también permite aprovechar al máximo los jitomates maduros, especialmente aquellos en oferta. A continuación, te compartiré cómo hacerlo correctamente y la duración de su almacenamiento.
Método de Almacenamiento del Jitomate Molido
Después de moler el jitomate, es fundamental guardarlo adecuadamente para mantener su frescura. Utiliza un recipiente hermético de vidrio o plástico con tapa, ideal para el refrigerador, donde podrá permanecer de 3 a 5 días. Para prolongar su vida útil y evitar la oxidación, se recomienda añadir una capa de aceite de oliva en la superficie del jitomate molido. También puedes incorporar una pizca de sal o hierbas como albahaca u orégano, que no solo funcionan como conservadores naturales, sino que también mejoran su sabor.
Almacenamiento a Largo Plazo
Si tu intención es una conservación más prolongada, el congelador es una opción excelente. Para esto, coloca el jitomate molido en bolsas herméticas aptas para congelador, asegurándote de expulsar la mayor cantidad de aire posible antes de sellarlas. Extender la mezcla en capas finas dentro de las bolsas facilitará una congelación más rápida y un almacenamiento más eficiente.
Para porciones más pequeñas, una buena estrategia es utilizar moldes de hielo. Una vez que el jitomate esté congelado, puedes desmoldarlo y transferir los cubos a una bolsa grande, donde puede mantenerse de 6 meses hasta 1 año sin comprometer su sabor y calidad. Aunque después de este tiempo siga siendo seguro consumirlo, es posible que su textura y sabor no sean óptimos.
Proceso de Descongelación y Uso
Cuando desees utilizar el jitomate congelado, es recomendable descongelarlo en el refrigerador durante la noche o utilizar la función de descongelación del microondas. Este jitomate es perfecto para preparar caldillos o salsas calientes, ya que los cubos congelados pueden añadirse directamente a la olla.
Consejos Prácticos para la Conservación
- Calidad del jitomate: Escoge jitomates maduros, rojos y frescos. Deshecha cualquier parte dañada o con moho.
- Higiene: Lava bien los jitomates y asegúrate de que todos los utensilios y recipientes estén limpios.
- Enfriamiento rápido: Una vez cocido o molido, enfríalo lo más pronto posible antes de refrigerar o congelar para evitar el crecimiento bacteriano.
- Etiquetado: Marca tus recipientes con la fecha de preparación para que puedas rastrear el tiempo de almacenamiento.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tu jitomate molido durante mucho más tiempo, listo para enriquecer tus platillos con su delicioso sabor, y aprovechar las ofertas en el mercado.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.